Un futbolista de Burundi muere de un infarto en el campo un día después de anunciar que le podría ocurrir.

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Papy Faty, jugador de 28 años del Malanti Chiefs de Swazilandia, falleció a consecuencia de un infarto en mitad de un partido ante el Green Mamba en el Killarney Stadium. El burundés, que tenía un problema cardíaca, se desplomó sobre el terreno de juego y las asistencias médicas no pudieron hacer nada por su vida.

Se da la terrible casualidad de que el futbolista, que conocía su dolencia, había concedido una entrevista el día anterior a un medio local en el que reconocía que los médicos le habían advertido de que podía morir si no colgaba las botas.


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