Con estos recursos se perforaron 70 pozos para buscar gas natural y petróleo. De esta cantidad, 35 fueron negativos. Los grandes fracasos fueron Lliquimuni La Paz) y Boyuy (Tarija) en donde se decía había un mar de gas.
EL DEBER
El Gobierno tocó la llaga a la gestión del expresidente Juan Evo Morales. En la víspera el ministro de Economía y Finanzas Públicas, Marcelo Montenegro, respondió a las críticas lanzadas por el ex jefe de Estado, que cuestionó la política económica adoptada por la administración del actual presidente, Luis Arce. Y lo hizo, recordando los fallidos resultados en la búsqueda de gas, que por años fue el sostén de las arcas estatales.
Montenegro dijo que el país está pagando la factura de inversiones en proyectos fallidos que fueron insuficientes para poder incrementar las reservas de gas natural.
“Con esos niveles de inversión de ejecución efectiva, obviamente no ha habido los réditos que se hubieran esperado en el sector petrolero y actualmente la economía boliviana está pagando las facturas de no haber hecho esa inversión, en la manera agresiva que les he ido señalando”, reprochó.
Lo expuesto por la autoridad encuentra sustento en un estudio de la Fundación Milenio e informes oficiales recopiladas de la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB).
Estos documentos señalan que entre 2006 y 2019, se invirtieron $us 2.685 millones en la búsqueda de gas natural. Con estos recursos en Bolivia se perforaron 70 pozos para buscar gas natural y petróleo. De esta cantidad, 35 fueron negativos.
Proyectos
Entre los proyectos que más fueron difundidos por el Gobierno de Morales están Lliquimuni (La Paz), Sararenda y Boquerón (Santa Cruz), que fueron expuestos cómo proyectos vitales para el robustecimiento de las reservas de gas.
Solo en Lliquimuni la inversión llegó a $us 540 millones, pues contemplo la construcción de acceso a una zona selvática que no tenía conexión caminara. Pese a la alta inversión los resultados resultaron negativos.
Entre estos proyectos también está la perforación del pozo Boyuy X-2, el pozo que alcanzó 7.862 metros, siendo el más profundo de la historia hidrocarburífera del país y de la región.
El entonces ministro de Hidrocarburos, Luis Alberto Sánchez aseguró que el país había descubierto un mar gas. La inversión fue de $us 126 millones y no se encontró caudales comerciales de gas.
El exministro de Hidrocarburos, Álvaro Ríos, explicó que desde hace 10 años se advirtió de una reducción en la producción de gas producto de la poca exploración.
Ahora, tras los resultados fallidos del pasado, apunta a que el Gobierno debe plantear seriamente una modificación en la Ley de Hidrocarburos para poder atraer inversiones en exploración, dado la situación límite de la producción de gas natural.
“Esperemos que el ministro de Economía pueda juntarse con el ministro de Hidrocarburos para que puedan ver esta situación”, recomendó.
El especialista, Raúl Velázquez, explicó que desde el 2005 la política hidrocarburÍfera en Bolivia fue rentista, dijo que desde la nacionalización (en 2006) el Estado priorizó la explotación de los proyectos que fueron descubiertos con la capitalización.
Recordó que, gracias a esta medida, entre 2000 y el 2002 se perforaron hasta 40 pozos por año.
Mientras que, desde la nacionalización, se han presentado 10 proyectos que no tuvieron los resultados esperados.
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