Incluyen la palabra golpe en Historia y expertos dicen que se busca adoctrinar

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El contenido fue introducido en el texto de sexto de secundaria del año pasado. Los maestros señalan que eso no es producto del consenso, por eso rechazan la nueva currícula. La Iglesia también manifiesta su preocupación por los contenidos.

EL DEBER

El texto oficial de sexto de secundaria relata los hechos de 2019 que terminaron con la renuncia del expresidente Evo Morales, pero desde la visión de golpe de Estado y no desde el fraude electoral que también fue reflejado en un informe de la Organización de Estados Americanos (OEA). Esto desata críticas y los expertos señalan que el Gobierno busca adoctrinar a los jóvenes desde las escuelas.

“La oposición, a la cabeza de (Luis Fernando) Camacho, le coloca el gabinete de ministros y abandera el grueso de símbolos que expresan todo lo opuesto al gobierno de Evo Morales. Ideas como: ‘la biblia vuelve al palacio’ o la ‘Wiphala no representa a Bolivia’ son recurrentes, sobre todo, al momento mismo de toma del poder por parte de la oposición. Un oficial del Ejército le coloca a la autoproclamada (Jeanine) Áñez la banda presidencial en una clara muestra simbólica del golpe de Estado que se estaba protagonizando”, dice parte del texto y que es observado por los educadores.

El dirigente de los maestros urbanos, Osmar Cabrera, informó que el texto se incorporó en la gestión 2022, pero ahora forma parte de la nueva currícula oficial. “Creemos que el Gobierno intenta posicionar su visión de la historia, por equilibrio debería hacer un debate entre las dos posturas para sacar una conclusión y no parcializarse abiertamente por un lado”, remarcó.

Como dirigente y maestro de historia cree que no es correcto incorporar esos contenidos, pero lo determina el hecho de que el nuevo currículo no ha sido consensuado con los profesores. “Es una imposición más que se está dando por el Gobierno en el tema curricular”.

Explicó este es el texto base, pero también está el currículo diversificado que permite al maestro incorporar otros contenidos.

Recordó que el año pasado los textos llegaron con retraso, por lo que muchos maestros no completaron todos los contenidos.

Para el educador Alberto Santelices no es para nada adecuado incluir estos contenidos, más aún si solo se da a conocer una versión de los sucesos. “El hecho político central del año 2019 ha generado dos criterios: unos dicen que fue golpe y otros, fraude. Si la discusión se diera entre dos personas adultas con criterio formado, vaya y pasen las opiniones subjetivas, interesadas, apasionadas, equivocadas o acertadas y serias. Pero, mostrar una visión política unilateral por encima de los hechos concretos ocurridos en un tiempo a los alumnos que se están formando, en un texto redactado por autoridades interesadas en el contexto de una unidad educativa con el fin de lavar el cerebro, es sencillamente criminal”, sostiene.

Complementa que toda opinión impuesta niega la libertad, la dignidad y los derechos de los alumnos y cree que este texto “adoctrina, porque inculca creencias políticas para modificar la conducta de los muchachos y también infiltra en la mente estudiantil una idea en defensa del Gobierno; es una forma de propaganda porque difunde datos para filtrar la imagen de que los golpistas son los malos; y manipula el criterio del alumno para conseguir que este piense como el gobierno de turno”.

También advierte que hay otros textos escolares (Evito, Evito y el mar y Aventuras de Evito) con el mismo fin adoctrinador.

Santelices es contundente al señalar que no se tiene que utilizar textos de estudio con soluciones prefabricadas porque no permiten pensar, solo repiten mecánicamente la receta sin encontrar sentido al problema. Estos valores ambivalentes en forma dogmática no ayudan al razonamiento.

Considera que el maestro de Estudios Sociales debe plantear un hecho histórico de tal modo que el alumno hilvane juicios lógicamente relacionados para sacar una conclusión inferida coherentemente. Sus ayudas serán el razonamiento y la investigación.

El profesor y pedagogo, Édgar Lora Gumiel, señala que el Gobierno nacional tiene planificado descargar toda su ideología en la educación, además sostuvo que todos los gobiernos dictadores, que han existido a través de la historia, saben que la educación es la clave para adoctrinar y controlar a cualquier país por generaciones.

“Por lo tanto, si no se democratiza la educación, como tampoco el respeto a la capacidad de generar ámbitos de discusión y no se educa para la libertad, estamos viviendo un proceso de dictadura, aún en la educación”, acotó el educador. Además, hizo énfasis en que todo el magisterio nacional debería rechazar los textos escolares en los que se hace énfasis a un supuesto golpe de Estado en 2019.

Lora dijo que, al igual que se hizo en materias como religión, en las aulas no se tienen que imponer los criterios políticos y lineamientos ideológicos de un partido porque debe mostrarse una visión universal de la política para que el estudiante piense, analice, critique u opine, para que llegue a su propia conclusión y elija lo que le conviene para su vida política.

Para el educador Álvaro Puente “lo que acaba de suceder aún no pertenece a la historia. Tiene que pasar todavía por el filtro de la discusión, tiene que añejarse hasta limpiarse de pasiones e intereses. Con todo, aunque ya lo consideráramos historia, los gobernantes actuales nunca serán las personas aptas para convertir en verdad universal la valoración de sus actos y de sus decisiones. Ni ellos ni sus oponentes podrán nunca ser los árbitros ni de sus logros ni de sus fracasos. Pueden ser dueños del poder, pero no serán jamás los dueños de la verdad”, subrayó.

Manifestó que por encima “del principio universal de decencia y de honradez intelectual, el Ministerio de Educación ha escrito su propio texto de Historia. Además, ha impuesto a todos los maestros que lo introduzcan en sus clases en todos los colegios del país. Ha convertido en orden el sueño que tienen de que la historia hubiera sido como a ellos les hubiera gustado que fuera”.

Agrega que en el texto “ignoran que las decisiones de la población de un país democrático son la única y última ley nacional. Ignoran que el 21F el pueblo dijo No a la reelección presidencial. Ignoran que todo su gobierno juró aceptar como última verdad lo que dijeran los estudiosos y técnicos de la OEA sobre la corrección de esas elecciones. Ignoran que todas las organizaciones de peso en el mundo dijeron que en Bolivia se cometió fraude y que no se dio golpe. Ignoran que en aquel tiempo se siguió escrupulosamente lo mandado en la ley para cada paso de la sucesión presidencial”.

Continuó señalando que ocultar la realidad es engañar. “La grosera manipulación de la verdad, precisamente en el campo de la sagrada misión de formar la mente y los valores de todos nuestros jóvenes y niños es lo que hacen con sus lecciones de historia”, subrayó.

Por su parte, la diputada Laura Rojas, de la bancada de Creemos, hizo conocer que el 20 de diciembre de 2022 se pidió un informe escrito de 18 preguntas sobre la malla curricular y cuestiona el contenido de golpe de Estado, porque la considera contada desde la versión del MAS. “Solicitamos un informe escrito sobre la malla curricular, pero no nos han dado ninguna respuesta. Vamos a seguir insistiendo”, indicó.

La Conferencia Episcopal Boliviana (CEB) también emitió un comunicado en el que expresa su preocupación por la nueva malla curricular. “No podemos quedarnos solo como observadores de un proceso que afecta profundamente a las familias y a la sociedad. De esa manera pedimos al Ministerio de Educación que revise y atienda las peticiones que ya han hecho los maestros y padres de familia. Así también alentamos a que los padres de familia, docentes y estudiantes, tengan sentido crítico, basados en principios y valores, no en imposiciones ideológicas ajenas al campo de la educación científica y humana. Pues la Educación debe supeditarse a la verdad y no a la manipulación ideológica”, señala el comunicado.


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