Desde hace tres meses que no llueve en el Valle Central de Tarija que soporta una ola de calor y máximas temperaturas entre los 27 y 30 grados.
EL DEBER
Pobladores de Pantipampa, en el municipio de Cercado (Tarija), beben agua de un canal de riego debido a que se secó el río del que se abastecen a causa de la prolongada sequía en el Valle Central de Tarija. Esto es una muestra de la anomalía climatológica que golpea con rigor a esta región del sur del país.
«Tenemos que hervir el agua del canal para consumirla porque el río se secó y no corre agua. Se va poniendo difícil la vida, si no cuidamos nuestra naturaleza y nuestros recursos, va estar difícil más allá». expresó María Magdalena Armella, pobladora de Pantipampa.
Más de 200 familias son las que deben utilizar el líquido vital de ese canal de riego para la producción agrícola.
Desde hace tres meses que no llueve en el Valle Central de Tarija que soporta una ola de calor y máximas temperaturas entre los 27 y 30 grados.
El director de Gestión Ambiental y Riesgos de la Gobernación tarijeña, Reiner Figueroa, atribuyó esta prolongada sequía como consecuencia del cambio climático.
«Se va sintiendo más porque en este mes de noviembre ya teníamos lluvias y desde octubre hasta fecha no tenemos nada de precipitaciones pluviales», dijo el funcionario.
Según un informe preliminar de esa repartición de la Gobernación, la sequía tiene su impacto en los municipios de Cercado, Yunchará, Entre Ríos, El Puente, San Lorenzo y de la provincia Gran Chaco.
El gerente de la Cooperativa de Agua y Alcantarillado de Tarija (Coosalt), José Luis Patiño, admitió que la demanda de agua se cubre con el funcionamiento de 52 pozos profundos que están en varios sectores de la urbe tarijeña, luego de la reducción del caudal del Rincón de La Victoria en un 30%.
«A pesar de la sequía, estamos dando el servicio con continuidad y esperamos que llueva en los siguientes días para recuperar el nivel de abastecimiento mientras tanto a seguir con el esfuerzo de los pozos», aseveró.
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