Los médicos le dijeron a la madre que su pequeña murió por deshidratación severa y diarrea aguda.
REDUNO
Una niña de tres años despertó durante su funeral horas después de que las autoridades de salud la declararan muerta, en el municipio de Salinas, en San Luis Potosí. Cuando la familia se encontraba en el funeral, el cuerpecito mostró señales de vida.
El pasado 16 de agosto la menor presentó vómitos y diarrea, por lo que su madre la llevó al hospital comunitario donde le suministraron gotas de paracetamol; sin embargo, de manera repentina ya no presentó signos vitales, por lo que la dieron por muerta.
El cuerpo de la niña fue entregado a la madre, el certificado de defunción establecía que la infante perdió la vida por una deshidratación severa y diarrea aguda.
Durante el velorio de la menor, sus familiares comenzaron a pasar al féretro para despedirse de ella, fue en ese momento cuando la madre señaló que le pareció haber visto que su hija movía los ojos, pero no le creyeron.
Mientras que otros miembros de la familia aseguraron haber visto lo mismo y abrieron la caja para cerciorarse, y efectivamente, la niña mostraba signos vitales, por lo que de inmediato la llevaron al hospital comunitario. Lamentablemente la menor murió en el trayecto a la clínica.
«Ella murió de muerte cerebral. Duró bastantes horas ahí en la caja, pero ahí yo siento que es culpa del doctor que me la entregó hecha por muerta», dijo la madre de la niña, que denunció negligencia por parte del médico que la atendió.
En tanto, la Fiscalía General de San Luis Potosí abrió una carpeta de investigación para determinar si hubo negligencia médica o la menor tuvo una reacción natural que tienden a tener los cuerpos al morir.
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