El inédito proyecto boliviano que creó el hilo de toborochi, ahora busca mejorar su calidad en Francia

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Pioneras. Paola Iturralde y Juana Carrillo son dos mujeres bolivianas que innovaron con el proyecto Hitu, que utiliza la fibra de algodón del árbol Ceiba Speciosa, nombre científico de nuestro hermoso toborochi, para la creación de hilo. El producto ya tiene registro en el Senapi (Servicio Nacional de Propiedad Intelectual), una patente en proceso y se prepara para mejorar su calidad en laboratorios europeos.

Graduada de la carrera de Diseño Industrial, de la Universidad Autónoma de México (UNAM), Paola Iturralde regresó a Bolivia para trabajar en el diseño de joyerías y hace 15 años es docente en la Upsa, donde nació la primera idea sobre generar el hilo de toborochi.

Mientras dictaba la materia de ‘materiales e industria’ en el 2018, empezó a probar distintos materiales y fibras para comprobar si eran adecuados para hilar. En esa época, comenta que estaban de moda los almohadones rellenos de fibra de toborochi, entonces se preguntó si en algún momento se podría usar ese material para fabricar algo más que almohadas.

“Tomé unas cuantas muestras y las llevé a la universidad, ahí indagué un poco más con otros docentes sobre la fibra y que más se hacía con ella, pero no había muchas respuestas”, contó la docente.

Una tarde, al llegar a casa, le pregunta a Juana Carrillo, una mujer proveniente de Sucre que trabaja en su casa hace varios años cuidando a sus hijos, si sabía hilar y tejer, a lo que Juana le responde que era una experta, puesto que desde niña lo hacía en el campo.

“Juana empieza a hilar, claro que con más dificultad por el tipo de material, pero logramos sacar un hilo. Desde entonces han sido tres años seguidos de pruebas y errores hasta que obtuvimos el hilo con la consistencia que queríamos para empezar a hacer los tejidos y testear su calidad”, señaló Iturralde.

Ahora, el producto es toda una realidad y en el transcurso de los años podría ser una alternativa al algodón, generando un impacto medioambiental, social, económico y cultural muy importante para la sociedad boliviana.

Tal vez suene exagerado, pero inicié el proyecto con la idea de reemplazar el algodón de alguna forma. Además de reconocer un nuevo valor en la fibra del toborochi, este es un producto sustentable. Puedo mencionar algunas ventajas: es natural, es biodegradable y compostable, el riego es natural, no necesita agua para su manufactura, no requiere de pesticidas y no daña su fuente de recurso. Significa que puede ser una alternativa en el ámbito textil”, expresó.

El próximo mes, Iturralde llevará el hilo de algodón a Francia para perfeccionar el producto en diferentes laboratorios textiles. Además, buscará el apoyo de organizaciones que deseen financiar el proyecto para crecer en la industria. Mientras tanto, Juana Carrillo se queda como la representante de Hitu en Bolivia.

FUENTE: EL DEBER


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