Los hechos y dichos del exgobernante republicano lo han llevado a comparecer tres veces ante la justicia de su país, siendo el primer expresidente en la historia estadounidense en sentarse en el banquillo de los acusados para escuchar los cargos de los que deberá defenderse en los juicios.
De carácter dominante, xenófobo, racista, nacionalista hasta lo absurdo, con excentricidades que hacen a muchos pensar que se ha vuelto loco, Trump, que aspira nuevamente a dirigir el país más poderoso del mundo, debe enfrentar tres procesos penales por cargos relacionados con su intento por interferir en el proceso electoral de 2020, el manejo indebido de documentos clasificados y el desvío de fondos de su campaña presidencial para intentar acallar una relación extramarital con una exactriz de cine para adultos.
El multimillonario se ha declarado “inocente” en sus comparecencias judiciales y en reiteradas ocasiones ha dicho que la Casa Blanca usa al Departamento de Justicia como arma política para frenarle la carrera hacia los comicios de 2024.
En total el expresidente, de 77 años de edad, afronta 78 cargos entre cortes de Florida, Nueva York y Washington DC.
El sistema judicial de Estados Unidos aborda la aplicación de justicia en dos categorías: asuntos civiles y asuntos penales o criminales. Los casos penales incluyen acciones consideradas como crimen contra la sociedad en su conjunto, a la vez que se consideran como ofensas directas contra el Estado.
Abuso sexual
La escritora E. Jean Carroll presentó dos denuncias civiles contra Trump, una por difamación y otra por una supuesta violación que habría ocurrido en los vestidores de la tienda Bergdorf Goodman de la Quinta Avenida del centro de Manhattan, Nueva York, a mediados de la década de 1990.
Tras una semana de juicio, el jurado dictó un veredicto unánime declarando a Trump culpable de abusar sexualmente de la escritora y de difamarla, pero no considera que hubiera violación.
El presidente, que no ha participado en el juicio, había negado la violación después de que E. Jean Carroll publicara en 2019 su relato del supuesto incidente en un libro y en un artículo de una revista. Carroll demandó a Trump después de que dijera a un periodista en la Casa Blanca en 2019 que no la conocía y que ella mintió para impulsar las ventas de sus memorias.
Manipulación electoral
Trump fue acusado el 14 de agosto por la justicia del estado de Georgia (sureste) junto a otras 18 personas de intentar ilegalmente obtener la anulación del resultado de las elecciones de 2020, ganadas en ese estado clave por el actual presidente, el demócrata Joe Biden.
La fiscal a cargo del caso recurrió a una ley vigente en ese estado sobre el crimen organizado, utilizada en especial contra las pandillas y que prevé penas de entre cinco a 20 años de cárcel.
Pese a la derrota del expresidente en Georgia en 2020, “Trump y otros acusados se negaron a reconocer que él había perdido, y consciente y deliberadamente participaron de un plan para cambiar de forma ilegal el resultado de las elecciones a su favor”, según dice la acusación.
El empresario y político se enfrenta, en este proceso, a un total de 13 cargos, entre ellos el de tentativa de fraude electoral.
Asalto al Capitolio
También fue acusado por las autoridades federales el 1 de agosto por “complot contra el Estado estadounidense”, obstrucción del debido proceso y violación de los derechos electorales, en relación con los hechos que ocurrieron al término de las elecciones presidenciales de 2020 y que culminaron con el asalto al Capitolio el 6 de enero de 2021.
“El acusado estaba determinado a permanecer en el poder”, reza la acusación al estimar que Trump hizo falsas “afirmaciones” sobre las elecciones.
Archivos clasificados
El 8 de agosto de 2022 el FBI allanó la residencia de Trump en Mar-a-Lago, una finca a poco más de hora y media de la ciudad turística de Miami.
Según el equipo investigativo, apoyado en información de los Archivos Nacionales, el expresidente republicano se fue de la Casa Blanca en enero de 2021 con más de 700 páginas de documentos clasificados, algunos de los cuales contenían secretos de alta confidencialidad para el gobierno de EEUU y que Trump habría ordenado a sus hombres esconderlos del registro del FBI.
A raíz de este caso, el magnate compareció a mediados de junio ante un tribunal federal de Miami, donde se declaró no culpable de los 37 cargos que se le imputan.
A finales de julio volvió a ser imputado de cargos relacionados con la obstrucción de la justicia en el caso de Mar-a-Lago. Su ayudante personal, Carlos de Oliveira fue inculpado por haber ayudado a cargar las cajas en un avión y de drenar la piscina del resort, lo que habría afectado los servidores de las cámaras de seguridad.
El inicio del juicio por este caso se prevé para mayo de 2024, cuando las primarias republicanas estarán en pleno apogeo.
Caso Stormy Daniels
En junio de este año Trump debió presentarse ante un juzgado en Nueva York, imputado de 34 delitos por presuntamente acallar una relación extramarital con la exactriz porno Stormy Daniels y a la que le pagó 130 mil dólares para que esta no hablar sobre una relación que tuvieron hace una década.
El juicio de Trump para este caso está fechado para marzo de 2024 y se le acusa de alterar los registros comerciales de su conglomerado de bienes raíces y desviar el dinero a Daniels, el que hizo pasar como gastos legales durante campaña electoral 2016.
Fichado y fotografiado
Trump había evitado la indignidad de una ficha policial durante sus tres arrestos anteriores este año, pero el jueves pasado fue completamente diferente ya que los funcionarios del condado de Fulton, Georgia, decidieron seguir el procedimiento que aplican con cualquier persona imputada por la Fiscalía.
El fichaje (registro de huellas digitales y toma de fotografías) no llevó más allá de 20 minutos, pero produjo un momento histórico, ya que era la primera foto de prontuario de un exmandatario de Estados Unidos.
Tras ese procedimiento, Trump fue dejado en libertad con una fianza de 200 mil dólares y volvió a su residencia en Nueva Jersey.
APUNTE
Con su mirada desafiante y una expresión de enojo, la foto policial de Donald Trump que le tomaron el jueves es un verdadero clásico del género y la imagen del expresidente se suma a la de otras celebridades fichadas por las autoridades de EEUU.
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