EL COMBATE

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DE LA TABLADADE TOLOMOSA

Tarija, martes 15 de abril de 1817

LORENZO LUGONES TREJO

Y

MELCHOR DAZA DE ORÉ

ELÍAS VACAFLOR DORAKIS

TARIJA – BOLIVIA

Septiembre de 2020

A MANERA DE PRÓLOGO

En abril de 2006 en el periódico “La Razón” (La Paz), prestigioso órgano de prensa de Bolivia, ofrecí nuevos e inéditos aportes documentales en ocasión de conmemorar el 189° aniversario del Combate de La Tablada de Tolomosa que significó el triunfo de los patriotas al mando del tucumano Cnl. Gregorio Saturnino Araoz de La Madrid aquel 15 de abril de 1817 contra las tropas españolas acantonadas en el pueblo del Valle de La Concepción al mando del Subcomandante Malacabeza.

En esa oportunidad, ofrecí in extenso el “Parte” militar remitido el 18 de abril de 1817 por el Cnel. Gregorio Saturnino Araoz de La Madrid al Gral. Manuel Belgrano que se encontraba en San Miguel de Tucumán y; éste, al General Gral. Martín de Pueyrredón, Director General de las Provincias del Río de La Plata (Buenos Aires),  que luego de evaluar la gran noticia y el impacto positivo sobre la sicología del pueblo, instruyó la publicación del aludido documento en el número extraordinario de La Gaceta de Buenos Aires en su edición del jueves 22 de mayo de 1817 (AGN, Argentina)

La descripción detallada que hizo Araoz de La Madrid, nos permite una aproximación importante a los acontecimientos suscitados los días 14 y 15 de abril de 1817 desde el arribo del Cnel. Araoz de La Madrid a las alturas de la Cuesta del Gallinazo, ingreso sur a la Villa. Respecto al 14, podemos conocer con detalles las acciones realizadas por las tropas tucumanas que arribaron a Tarija y; luego de una serie de escaramuzas, en horas de la tarde, se reunieron con Francisco “Pancho” Pérez de Uriondo y los caudillos tarijeños y; después de coordinar acciones, sitiaron la Villa y a las tropas españolas al mando del Cnel. Mateo Ramírez. Inmediatamente, el comandante militar español fue intimado por primera vez por Araóz de La Madrid y de tajo, la rechazó. Y; en horas de la noche, los patriotas tarijeños Segovia y Guerrero, por instrucciones del Cnel. Francisco Pérez de Uriondo, se ubicaron con sus armas en la esquina de las calles San Agustín (hoy Sucre), y San Francisco (hoy Araoz de La Madrid), hostigando a los españoles instalados en el viejo edificio del Cabildo Capitular (hoy H. Concejo Municipal de Tarija)

Respecto al Parte, éste fue transcrito in extenso en los trabajos “El Combate en el Campo de la Tablada de 15 de abril de 1817 – Qué sucedió y quiénes participantes” Elías Vacaflor Dorakis, Tarija, junio de 2005 y “El Combate en el Campo de la Tablada de 15 de abril de 1817 y el Himno Tarijeño” Elías Vacaflor Dorakis, Tarija, octubre de 2006

Referente a los hechos suscitados el martes 15 de abril de 1817, conocemos con lujo de detalles el cómo, quiénes y en qué condiciones se realizó el Combate en la Pampa de Tolomosa, territorio ubicado a un kilómetros al sur de la Villa (hoy camino al Lago de “San Jacinto”) Estimamos que el combate se desarrolló entre las 09:30 y las 10:00 de la mañana del 15. Luego, en horas de la tarde Araoz de La Madrid intimó por segunda vez al Cnel. Ramírez, quien al conocer su lamentable situación, aceptó la misma y; de esa manera, las tropas españolas fueron trasladadas al sitio de Las Carreras (hoy Barrio La Pampa), ubicado al Este de la Villa. Allí, se procedió a la ceremonia de la Capitulación. El Comandante de la Guarnición de Tarija, Cnel. Mateo Ramírez, el Subcomandante Andrés de Santa Cruz y toda su División compuesta de 234 soldados, 3 Tenientes Coroneles, 1 Graduado, 3 Capitanes, 2 Ayudantes Mayores, 4 Tenientes y 8 Subtenientes, rindieron sus armas ante el Cnel. Gregorio Araoz de La Madrid y Cnel. Francisco Pérez de Uriondo.

Después de la búsqueda de otra bibliografía que no habíamos consultado antes de 2005 y 2016, descubrimos detalles muy interesantes e importantes. Resultó muy importante la lectura de un artículo del prestigioso historiador tucumano Carlos Páez de La Torre publicado en “La Gaceta” (San Miguel de Tucumán, abril de 2017), dedicado al 15 de abril y sus principales protagonistas. Fruto de ello, y gracias al Dr. Néstor Arce Pacheco (médico tarijeño que reside en esa ciudad), pudimos conocer al Dr. Páez de La Torre y conversar sobre la Historia de nuestros pueblos. Lamentablemente, este amigo y admirador de la Historia de Tarija, falleció a mediados del año 2019. Posteriormente, tuvimos la oportunidad de conocer a otros investigadores argentinos, quiénes gentilmente nos brindaron importantes referencias archivísticas y bibliográficas sobre la “Guerra de la Independencia”. Agradecemos, al Prof. Omar Armas (Jujuy), Cnel. Roberto Arizábal (Jujuy), y muy particularmente, a la Prof. Gabriela del Corro, chozno nieta del Cap. Lorenzo Lugones Trejo.

Nuestro agradecimiento a todos ellos, porque sus aportes nos permitieron esbozar una renovada visión e interpretación de lo que realmente ocurrió los días 14 y 15 de abril de 1817 en Tarija y; dejar atrás, el cansino y reiterado relato que durante 204 años se nos enseñó respecto al 15 de abril de 1817. En el trabajo “El Combate en el Campo de la Tablada de 15 de abril de 1817 y el Himno Tarijeño” (Tarija, 2006), ofrecimos datos que provocaron lógicas reacciones. Ahora, ofrecemos otras referencias que sin duda, también provocarán sorpresa. De esa manera se escribe la verdadera y completa historia, apelando al acervo documental como respaldo.

En este 15 de abril de 2021 en ocasión de conmemorar el 204° aniversario del Combate de La Tablada, presentamos a los lectores de “Nuevo Sur” nuevos aportes, totalmente desconocidos: las biografías de otros dos personajes que participaron del combate, quiénes al transcurrir el tiempo entre la gloria, el olvido y la indiferencia, fueron “borrados” por la historiografía hispanoamericana, especialmente por la boliviana y argentina.

INTRODUCCIÓN

A pesar de existir fuentes documentales irrefutables en los Archivos Históricos de la Repúblicas Argentina y Boliviana, las figuras del Cap. Lorenzo Lugones Trejo y el Cap. Melchor Daza de Oré, fueron víctimas de la Damnatio memoriae” el infame castigo que nació en el Imperio Romano. Posteriormente los asirios, hititas, babilonios, persas y egipcios, también lo practicaron.

Los romanos reverenciaban a sus ancestros, decoraban sus villas con episodios heroicos de los más eminentes y velaban porque los apellidos fueran legados de generación en generación, aunque hubiera que recurrir a hijos adoptivos para ello. La memoria familiar era uno de los ejes de la sociedad romana, hasta el extremo de la condenada al olvido se situaba en la cúspide de los castigos más crueles. Los romanos imaginaban la historia de la humanidad como un lugar cuyas páginas más oscuras podían, simplemente, ser arrancadas y sustituidas por nuevas.

El “Damnatio memoriae” significa literalmente “condena a la memoria”. Es decir, condenado a no haber existido nunca. Se trataba de un castigo reservado para determinadas personas que por diversas razones querían borrar por completo de cualquier forma de recuerdo, ya fuese en textos, grabados, murales, estatuas e incluso música popular.

Este castigo del período imperial, tenía su origen en varios mecanismos para provocar la muerte civil en tiempos de la República. Entonces existían la “abolitio nominis”, que prohibía que el nombre del condenado pasara a sus hijos y herederos, y la “rescissio actorum”, que suponía la completa destrucción de su obra política o artística.

Siguiendo con la tradición romana, en la Alta Edad Media, el Papa Esteban VI ordenó que el cadáver del Papa Formoso fuera exhumado para someterlo a un juicio por sus pecados. Además de borrar su legado y anular sus decisiones como pontífice, el nuevo Papa orquestó la espeluznante escena de juzgar -sin derecho a la defensa- a un cadáver en avanzado estado de descomposición, extremos que hoy es conocido como el “Sínodo del Terror”

Pero ahí no terminó tan cruel castigo. George Orwell, autor del libro “1984”, señaló que muchos personajes históricos contemporáneos también han fueron “vaporizados” de la historia de sus países.

La pregunta, ¿Tuvieron éxito esas condenas? ¿Alguien logró borrar todo rastro de un personaje a lo largo de la Historia? Evidentemente, no. Este trabajo demostrará que se necesita algo más que recortar una página, asesinar a testigos o derribar una estatua para eliminar un legado. Es difícil partir en varios trozos a los enemigos y desperdigarlos. Pero existe una crucial pregunta: ¿Algunos personajes de nuestra historia fueron víctimas del “Damnatio memoriae…? Definitivamente, sí.

Hoy les presentamos a dos personajes de nuestra historia: Lorenzo Lugones Trejo (Santiago de Estero), y Melchor Daza de Oré (Potosí), qué muy sutilmente fueron víctimas de esta aberrante herramienta, propia de la naturaleza humana. La vida y obra de nuestros personajes transcurren entre los Siglos XVIII y XIX; un tiempo de profundos cambios, de transformación, de renovación, de expansión, de exaltación de los valores del hombre y de su libertad; de Ideas y creencias que con toda seguridad, se adaptan a la actual mentalidad colectiva pero también a la consideración individual de nuestros personajes históricos. La vida de cada uno, sus historias, experiencias y vivencias, despertaron en nosotros un inusitado interés para entender el porqué de sus muchas decisiones que, no tan sólo cambiaron su vida, sino, la misma línea de sus propias vidas, sino, también la historia de sus pueblos y; por ende, de los pueblos americanos. Y Tarija, no estuvo ausente de esas sus decisiones.

Por ello, su conocimiento biográfico, la valoración sicológica de sus acciones o los testimonios legados de sus hazañas y obras, propias o ajenas, significaron una oportunidad para analizar, debatir y revisar las vidas de Lugones y Daza. Definirlos no fue complicado. A nuestra inquietud respondieron con celeridad investigadores argentinos y bolivianos que nos facilitaron todo cuánto nos era necesario. De esa manera, las imágenes, textos, relatos, iconografía y escritos obtenidos, nos permitieron conocer aún más al hijo, al hombre, al militar, al esposo, al estadista, a las contradicciones en las que se debatió y; que consecuente con su sangre, desde casi adolescente apostaron por los ideales de libertad y; como causas mediata, experimentaron y sufrieron todo tipo de viscitudes que dejaron profunda impronta en ellos.

A manera de visualizar a cada uno de esos nuestros personajes y otros que formaron parte de su contexto cronológico, permítannos algunas referencias que no dejan de ser interesantes para entender el comportamiento de cada uno de ellos; sus decisiones, y la búsqueda de la racionalidad entre la juventud y la experiencia. Fue una época difícil, pero posible. Venían de diferentes contextos sociales, educativos, culturales, geográficos, urbanos y; muy particularmente, tenían edades diferentes. A pesar de ello, tenían un común denominador: la lucha por la libertad de sus pueblos y; para ese caro objetivo, decidieron ofrendar lo más preciado de la humanidad: sus propias vidas.

Ese decisorio año de 1817, José de San Martín, contaba con 39 años; Juan Martín de Pueyrredón, 40; Manuel Belgrano, 47; Martín Miguel de Güemes, 32; Francisco Pérez de Uriondo, 33; Eustaquio Méndez Arenas, 33; Gregorio Araóz de La Madrid, 22; Lorenzo Lugones Trejo, 21; y Melchor Daza de Oré, 26 años.

Estas y otras razones, serán parte esencial del trabajo que hoy, reiteramos, tenemos el agrado de presentar ante el pueblo hispanoamericano para que juntos, redescubramos, revaluemos y rescatemos del olvido y la indiferencia a nuestros personajes históricos y; los encumbremos en el sitial que se merecen: el pedestal de la Gloria.

Son individuos que, con sus ideales y una mentalidad gestados en lo más profundo de la época que les tocó vivir, conocen de cerca los peligros que acechan a los pueblos dispersos en el territorio del antiguo Virreinato del Río de La Plata. En consecuencia, es necesario narrar los acontecimientos que les sucedieron a nuestros personajes históricos. Y quiénes estamos abocados a revisar la Historia de Tarija y el rol de sus protagonistas, por obligación y por desconfiados, debemos tener siempre presente que muchas veces quiénes escribieron nuestra historia, marginaron y evitaron sistemáticamente los acontecimientos suscitados en Tarija y otros territorios y minimizaron su importancia y obviaron a sus protagonistas. En los casos específicos de Lugones y Daza, han de confluir muchos de los rasgos y circunstancias anteriormente apuntadas, las que de una u otra manera harán que la Historia de Tarija los tenga como referentes dignos de ser estudiados y; su obra, sujeto de difusión. Solo de esa manera, podremos brindarles sincero homenaje póstumo de gratitud y admiración.

Pero, antes y para una precisa interpretación del tema, es necesario preguntarse: ¿Qué es la Historia? En términos generales, es el recuento ordenado y cronológico de los fracasos y éxitos de los hombres. La historia, por lo tanto, clasifica los acontecimientos, los analiza en sus caracteres peculiares, los interpreta en sus orígenes y en sus resultados, sacando de todo ello las consecuencias precisas para proyectarlos en el porvenir. Vista de ese modo, la historia es enseñanza permanente. La historia es el juicio final.

A pesar de que la historia abarca, en forma especial, el mundo de los muertos, ella produce el milagro de su resurrección, presentándolos como sí, efectivamente, estuvieran vivos. Entonces, la historia debidamente interpretada, puede prolongar -aún después de años de olvido y silencio como es el caso que hoy tratamos-, la vida de los principales protagonistas del drama tarijeño.

Después de décadas de olvido y de ingratitud de varias generaciones de tarijeños y argentinos, hoy jueves 15 de abril de 2021 al momento de conmemorar el 204° aniversario del Combate de La Tablada de Tolomosa, brindamos este novedoso y revelador trabajo como sentido homenaje a todos los patriotas americanos que participaron de dicho combate y; juntos, rectificar la actitud de nuestros mayores a través de aporte que tiene como premisa: rescatar y revalorar la vida y obra de estos soldados de la Patria Grande.

Nuestra aseveración, cuenta con el respaldo bibliográfico que fue consultado ex profesamente para el mejor cometido de nuestra tarea:

  1. Gaceta Extraordinaria de Buenos Aires” (Buenos Aires, 22 de mayo de 1817), de la cual extrajimos por primera vez la nómina de quiénes participaron del combate: Coronel Gregorio Araoz de La Madrid (San Miguel de Tucumán), Capitán Lorenzo Lugones Trejo (Santiago del Estero), Coronel Melchor Daza de Oré (Potosí, Alto Perú), Ayudante Manuel Cainzo, Sargento Manuel Rico, Sargento Mayor Antonio Giles, Capitán Mariano García, Teniente Victorio Llorenti o Llorente, Oficial José Martín Ferreira, Oficial Francisco Pombo de Otero, 20 Húsares, 12 Infantes y 4 Dragones, haciendo un total de 46 combatientes.
  2. “Memorias del Gral. Gregorio Araoz de La Madrid” Gral. Gregorio Araoz de La Madrid. Biblioteca “Ayacucho”, bajo la Dirección de don Rufino Blanco-Fombona. Editorial “América”, Martín de Los Heros, 89. Madrid, España, Buenos Aires, 1851.
  3. “Recuerdos Históricos sobre las Campañas del Ejército Auxiliar del Perú en la Guerra de la Independencia en esclarecimiento de las Memorias Póstumas del Brigadier General Don José María Paz” Por el Coronel Don Lorenzo Lugones. Buenos Aires. Imprenta de La Revista – 1855
  4. “Observaciones sobre las Memorias Póstumas del Brigadier General D. José María Paz” (Gral. Gregorio Araoz de La Madrid y otros Jefes Contemporáneos (Buenos Aires – Imprenta “La Revista”,  1855)
  5. “Memorias Póstumas del General José María Paz – Segunda Edición. Tomo Primero. La Plata, Imprenta “La Discusión”. Calle 9 y 47 (1892)

El Tcnel. Gregorio Saturnino Araoz de La Madrid, cumpliendo órdenes del Gral. Manuel Belgrano en Tucumán a inicios de marzo de 1817, se dirigió al Norte al mando de un importante destacamento y dos cañones. Su destino, Oruro. Entre ellos figuran dos bizarros militares, que tanto allá como acá –léase Bolivia y Argentina- fueron víctimas del olvido selectivo: Melchor Daza de Oré (Potosí, 1791 – 1866), y Lorenzo Lugones Trejo (Santiago del Estero, 1796 y Tucumán, 1868)

Su misión era precisa. Si bien la expedición militar resultó un éxito, deber nuestro es subrayar que el lugar donde se logró este éxito, no estaba previsto, porque no se logró en el lugar señalado en la orden original, sino, en la Villa de Tarija, un territorio más al Este, que no figuró ni en las previas conversaciones entre Belgrano y La Madrid ni en los planes enteramente militares que diseñó el Gral. Belgrano.

El cambio de destino y los vericuetos que realizó Araoz de La Madrid a partir de inicios de abril de 1817 incumpliendo las precisas órdenes de Belgrano y dirigirse a Tarija, han sido tratado en numerosos libros tanto de autores españoles como americanos patriotas y; particularmente, en el Parte Militar que el mismo Araoz de La Madrid dirigió al Gral. Manuel Belgrano, Capitán General de Provincias y en Jefe del Ejército Auxiliar del Perú, brindando detalles sobre su victoria la mañana del martes 15 de abril de 1817 en el Campo de La Tablada de Tolomosa. Por ello, y con el propósito que los lectores tengan la oportunidad de leer y conocer dicho Parte, les ofrecemos aquellas referencias donde se mencionan los nombres de quienes participaron del combate.

Aunque el informe de Araoz de La Madrid, es muy elocuente, no menciona a Andrés de Santa Cruz. Interesa decir que, éste por razones aún desconocidas, no estaba en el pueblo de La Concepción al mando de su tropa tal cual le había instruido Ramírez, sino, en la Villa de Tarija. Ramírez, cumpliendo instrucciones del Brigadier José de La Serna, Comandante en Jefe de las Tropas del Alto Perú, en noviembre de 1816 dispuso que el Tcnel. Andrés de Santa Cruz, se trasladara con un contingente de 140 hombres a dicho pueblo para proteger la retaguardia de Tarija.

Sin embargo, al mando de dicha tropa de Caballería que se enfrentó el 15 de abril al Cnel. Araoz de La Madrid, estuvo el Subcomandante español de apellido Malacabeza que partió desde La Concepción y se posicionó en el Campo de La Tablada. El combate se realizó entre las 09:30 a 10:00 horas. La transcripción de algunos segmentos de la Gaceta extraordinaria de Buenos Aires, dice:

Buenos Aires, jueves 22 de mayo de 1817

A Don Manuel Belgrano, Capitán General de las Provincias y en Jefe del Ejército Auxiliar del Perú.

Tarija, 18 de abril de 1817

Excelentísimo Señor

“Al rayar el día 15 de abril, ordené a Otero ocupara el Alto de San Juan, dejando una Partida en la posición que había tenido, y mandando a Segovia con su Compañía y parte de la Primera de Húsares con el Teniente don Rafael Riesco ocupar las calles de San Francisco y San Agustín, lo que verificaron”

“Mis Ayudantes don Manuel Cainzo, don Melchor Daza y don Manuel Rico, lo mismo que mi Segundo el Benemérito Sargento Mayor don Antonio Giles y su Ayudante don Victorio Llorenti, y los Porta Estandartes don José Manuel Sueldo y don Carlos González, han desempañado sus funciones con el valor y denuedo debido. El Capellán Dr. don Agustín de La Serna, no se ha separado de mi lado y me ha servido de mucho.

Dios guarde a Vuestra Excelencia muchos años. Tarija, abril 18 de 1817.- Excmo. Señor Gregorio Araoz de la Madrid.- Excmo. Señor don Manuel Belgrano, Capitán General de Provincias y en Jefe del Ejército Auxiliar del Perú.- Es copia.-  Ycazate, secretario”

Que el Tcnel. La Madrid haya sido injusto y omitido voluntaria o involuntariamente los nombres de quienes conformaban la tropa tucumana y los patriotas tarijeños que participaron del combate, es un tema subjetivo, y; por ello, discutible y polémico. Personalmente, dudo, pues decir con la mayor responsabilidad que hemos consultado toda la bibliografía sobre el tema y no figura ningún tarijeño ni el chileno Francisco Pérez de Uriondo, Coronel Graduado, amigo personal de Araoz y experimentado militar que estuvo en Buenos Aires, Salta, Tarija y otros destinos donde participó de innumerables escaramuzas, combates, batallas y otras misiones de vital importancia y; gracias a las cuales, mereció el aval de Martín Miguel de Güemes para que el Gral. Manuel Belgrano, lo designara como Teniente Gobernador de Tarija a fines de noviembre de 1816 y; en tal condición, haya sido quien recibió al Cnel. Araoz de La Madrid y su tropa la tarde del 14 de abril de 1817 en la Cuesta del Gallinazo cuando arribaron a la Villa de Tarija y; juntos, descendieron a la Villa para desarrollar todas las instrucciones emanadas por el tucumano.

Araoz de La Madrid, en sus “Memorias” da cuenta que el 5 de mayo de 1817 abandonó Tarija con sus tropas e incluyó 60 jinetes tarijeños, para dirigirse al Norte tal cual había instruido el Gral. Belgrano. Antes de ello, ratificó al Cnel. Pérez de Uriondo como la máxima autoridad administrativa y militar de Tarija. Queda claro que La Madrid no cumplió las órdenes de Belgrano; es decir, dirigirse a Oruro, sino, se dirigió a la Ciudad de La Plata (hoy Sucre) A pesar de los primeros triunfos obtenidos en el camino, en la Capital de la Audiencia de Charca terminó en una catastrófica derrota y fue obligado a un retorno traumático hasta Tarija y Padcaya, perseguido por las tropas españolas hasta poder ingresar a territorio argentino tras cruzar el Río Bermejo e internarse por el territorio de Los Toldos. Obviamente, a su lado estaban Lugones y Daza.

También, es importante mencionar que de acuerdo a los datos que ofrece el “Güemes Documentado” pudimos conocer que el Gral. Belgrano desde Tucumán, mantuvo correspondencia con Martín Miguel de Güemes (Salta), sobre la Expedición de La Madrid y; que ambos jefes, estuvieron debidamente informados por los “bomberos” al respecto.

Por otro lado y; durante estos últimos cuatro años, hemos prestado mayor atención a dos personajes que han desaparecido de la memoria colectiva por acción propia de la desidia. Injusto, porque si bien gracias a la publicación de aquel jueves 22 de mayo de 1817 de La Gaceta de Buenos Aires, conocimos de su existencia, no hemos sido ni justos, ni objetivos ni respetuosos con las fuentes documentales primarias que nos proporcionaron la verdad histórica, hemos preferido la comodidad de nuestros escritorios y; convertido en máquinas repetitivas de un hecho que, por sí solo, es una cantera de información histórica inacabable e irrefutable. Sin embargo, nos hemos dormido en nuestros laureles y cada 15 de abril en Tarija a través de actos oficiales y cívicos, hemos repetido cansinamente los mismos detalles y los mismos nombres de los protagonistas. Pero nunca hicimos esfuerzo alguno para rectificar la verdad. En este aniversario, debemos reconocer que en verdad, hemos sido mediocres y egoístas en nuestras investigaciones. Hemos sido miopes e injustos. Durante los doscientos cuatro años transcurridos, hemos olvidado y sepultado los nombres y memorias de otros patriotas que también participaron en el combate y permitieron la victoria ese 15 de abril de 1817. Y lo hicimos de la manera más grotesca, burda, irrespetuosa y subordinada a otros intereses. Nos faltó personalidad y decisión para posesionar la verdad. Era fácil, existían los documentos, no íbamos a inventar nada; no íbamos robar nada a nadie, sino, dar a cada uno de aquellos héroes el lugar que les correspondía y escribir sus nombres -por primera vez- en la verdadera historia del Combate de la Tablada de Tolomosa.

Esa tarea, no fue una tarea fácil. Demandó tiempo y paciencia. Desde junio de 2016 nos abocamos en la búsqueda de datos biográficos de Melchor Daza de Oré y Lorenzo Lugones Trejo. Hemos acudido a historiadores e investigadores y Directores de Archivos Históricos de la República Argentina (Salta, Jujuy, Tucumán, Buenos Aires, etc.), pues los aportes de ambos patriotas al Proceso Independentista desde 1809 hasta 1825 son altamente valorados por diferentes autores que dedicaron su tiempo y pluma a la búsqueda de aquellos detalles que nos permitan resaltar y; hacerles un desagravio. Lo suyo, es increíble. Desde jóvenes dejaron profunda huella, pues se alistaron en las filas patriotas y participaron de innumerables combates y desarrollaron una brillante y comprometida carrera militar digna del mayor respeto. A pesar de ello, el aporte de cada uno de ellos en la vida civil y militar, fue objeto de un olvido selectivo.

A todos quienes hemos acudido, comprendieron y aquilataron los alcances de nuestra tarea y objetivos, y no dudaron un solo instante el brindarnos todo lo necesario. El más importante -por las connotaciones que tienen- fue el apoyo invalorable de la Prof. Gabriela P. Rollate del Corro, chozno nieta del Cnel. Lorenzo Lugones (quinto abuelo), que radica en la Ciudad de San Miguel de Tucumán y desde el sitial de docente y como miembro del prestigioso Instituto Belgraniano y otras emblemáticas instituciones en esa hermana ciudad y otras del interior de la República Argentina, ha desarrollado incansablemente importantes trabajos de investigación y visibilización de su ascendiente y; a finales del 2018, nos facilitó documentación del Archivo Histórico Familiar, referencias de la tradición oral e importantes referencias bibliográficas.

Y lo mismo sucedió con Melchor Daza de Oré, cuya biografía fue objeto de ponderados trabajos de su chozno nieto Ernesto Daza Rivero, Luis Subieta Sagárnaga y otros prestigiosos historiadores e investigadores bolivianos, especialmente potosinos. Por lo tanto, el respaldo documental obtenido, es irrebatible. Y así munidos de éstos, la tarea que emprendimos fue impresionante y rica en detalles.

Como lo hicimos dos años atrás, hoy 15 de abril de 2023 al celebrar el 206 aniversario de la Victoria Patriota en el Combate de a Tablada de Tolomosa en 1817, la presentamos a todos los que exigen la verdad histórica. Es un tema de consciencia, de justicia y de honor. Por esas razones, este trabajo, desea revertir definitivamente tan grande injusticia. Todos sabemos que la historia es una ciencia en formación donde los acontecimientos son aproximaciones a la verdad histórica. No somos afectos a la ucronía menos a las ficciones. Hemos consultado toda la bibliografía disponible para acercarnos lo más posible a los hechos. La verdad histórica nos interpeló y demandó oportuna rectificación. Para todos quienes nos tendieron la mano, nuestro sincero agradecimiento. Sin su apoyo, hubiera sido difícil e imposible este trabajo.

La cercanía de conmemorar sin cargas de consciencia el Bicentenario del fallecimiento del Gral. Martín Miguel de Güemes (1821 – 17 de junio – 1821), nos invitó a realizar diversas reflexiones sobre los hombres y mujeres que compartieron decisiones y sacrificios por la Patria Grande y; precisamente Lugones y Daza, que estuvieron con Güemes y compartieron todas las vicisitudes que la Guerra de La Emancipación de América deparó para ellos, nos exigía este esfuerzo intelectual. Por esas razones, este trabajo, puede entenderse como un genuino homenaje póstumo y de admiración desde Tarija a estos tres Próceres: Gral. Güemes, Cnel. Lugones Trejo y Cnel. Daza de Oré.

CORONEL LORENZO LUGONES TREJO

A lo largo del presente capítulo quedará claro que para los tarijeños y argentinos, Lorenzo Lugones Trejo, es un personaje literalmente desconocido. Y para revertir ese extremo, hemos recibido el apoyo bibliográfico de la Prof. Gabriela P. Rollate del Corro (Lugones), que radica en San Miguel de Tucumán donde presta servicios como docente en la asignatura de Historia y; como tal, es miembro de varias e importantes instituciones vinculadas al quehacer histórico y cultural de la República Argentina. Asimismo, hemos realizado otras consultas para poderlas ofrecer en esta oportunidad

Sabemos que Lorenzo admiraba y respetaba a su padre, Germán Lugones que al momento de despedirse para cumplir sus obligaciones militares y patrióticas, le dijo: “…ninguna recomendación puede servir sin el acompañado de una buena comportación. Te prevengo que en todo caso el honor es lo primero y habiendo de elegir un partido entre la muerte o la deshonra, no se debe trepidar en abrazar lo primero. No te entristezcas por nada, ni te intimides; desecha con valor despreocupado toda idea, todo pensamiento que no está de acuerdo con el honor y los principios; piensa alegremente en las glorias de la Patria y en su venturoso porvenir, mientras yo, pensando en lo mismo, ruego a Dios por ti. Tu madre y hermanas quedan buenas con el consuelo de que a la vuelta de un tiempo y no muy tarde, volveremos a verte. Tus condiscípulos de clase están envidiando tu suerte, Dios te la depare buena y te dé todo acierto para que al fin la Patria tenga algo que agradecerte; sírvela pues como Dios manda, id en vuestro paseo militar con las bendiciones del cielo y las de este tu afectísimo padre…”

Lugones Trejo nació en Pampallajta (Santiago del Estero), el 10 de agosto de 1796, fue el fruto del segundo matrimonio de Germán Lugones (miembro del Cabildo de Santiago del Estero), con Petrona Trejo. Posteriormente se casó en 1818 con Doña Eulalia Drago Porcelo apodada “La Estrella de Tucumán” (descendiente del Corregidor del Tucumán Esteban Porcelo Suazo y de los conquistadores Gaspar de Medina, Gonzalo de Abreu y Figueroa y Melián de Leguizamo.

Tuvieron 4 hijas: Virginia Lugones-Drago, casada con Tomás de la Rosa; Josefa Lugones-Drago, casada con el destacado Doctor francés Víctor Bruland, Dolores Lugones-Drago, casada con Manuel Olivera y; Teresa Estanislada Lugones-Drago, que se casó con Francisco del Corro-Castro (Tesorero y Jefe de policía de Tucumán por orden del Dr. Marcos Paz, hijo del salteño Toribio del Corro, Cabildante de Tucumán y sobrino del guerrero Güemesiano y Sanmartiniano Coronel Francisco Solano del Corro.

Al haber tenido solamente hijas mujeres, el resto de los portadores del apellido Lugones, no son descendientes de Lorenzo, sino, parientes. Así lo sostiene la genealogía (disciplina que afirma que los parentescos se establecen por lazos y no por apellido) Es por eso que el gran poeta de la Patria Leopoldo Lugones, es sobrino nieto del Prócer (pariente, no descendiente) En ese entendido, Leopoldo Lugones era nieto de Pedro Nolasco Lugones (hermano de Lorenzo), lo que hace al poeta, tío bisabuelo de la Prof. Del Corro.

El 7 de julio de 1810, con 14 años de edad, se enroló en los Patricios Santiagueños, cuerpo que se incorporó al Ejército Libertador, que continuaba desde Santiago del Estero su marcha hacia el Perú comandado por el Gral. Francisco Antonio Ortíz de Ocampo.

Luego, ingresó con el grado de Cadete al Ejército del Norte, encomendado por su padre, Germán Lugones, a Vicente López y Planes, autor de la letra del Himno Nacional Argentino.

Combatió en todas las batallas de las tres Campañas al Alto Perú, desde Cotagaita hasta Sipe Sipe, alcanzando el grado de Capitán y convirtiéndose en el oficial más joven del General Manuel Belgrano.

En diciembre de 1816 estando en Santiago del Estero con el encargo de reunir un Escuadrón de Caballería, secundó al Cnel. Juan Francisco Borges en su revolución contra las autoridades nacionales para independizar a la Provincia de Santiago del Estero de la Gobernación de Tucumán, declarando a Santiago del Estero como Pueblo Libre, en sintonía con el caudillo de la Banda Oriental José Gervasio Artigas.

Tras la derrota y ejecución de Borges y; luego de obtener el perdón del Gral. Belgrano, éste lo asignó a la tropa que al mando del Tcnel. Gregorio Araoz de La Madrid debía emprender al Alto Perú. De esa manera, el 3 de marzo de 1817 partió de San Miguel de Tucumán la tropa que por azares del destino, no se dirigiría al destino prefijado por Belgrano: Oruro, sino, a la Villa de Tarija. De esa manera, Lorenzo Lugones el 15 de abril de 1817 participó junto al Cap. Melchor Daza de Oré y otros oficiales en el Combate de La Tablada de Tolomosa -en calidad de aventurero- fruto del castigo que le impuso Belgrano luego de los problemas que se suscitaron después del fusilamiento de Borges por su postura independentista de Santiago del Estero. El grado de Capitán le fue devuelto una vez que retornaron a Tucumán a fines de mayo de 1817, cargando las derrotas en la Ciudad de La Plata, Cachimayo y Tarabuco a manos del Ejército español. Luego, se incorporó al Ejército de la Provincia de Tucumán y combatió en la Batalla de La Ciudadela.

A mediados de 1820 formaba parte del Ejército de la «República de Tucumán», y combatió contra la autonomía de su provincia, que había conseguido el Cnel. Juan Felipe Ibarra. Pasó al Ejército salteño a órdenes de Alejandro Heredia, Juan Ignacio Gorriti y de Juan Antonio Álvarez de Arenales. Hizo la campaña al Alto Perú en 1825.

Después se incorporó a la División que participó en la Guerra contra el Brasil bajo las órdenes del Gral. José María Paz. Luego, pasó a las fuerzas de La Madrid que se enredó en una Guerra Civil contra el Gobernador tucumano Javier López y; luego, contra Facundo Quiroga, combatiendo en la batalla de El Tala. Fue miembro del Tribunal Militar de su provincia; al producirse el segundo ataque Federal a Tucumán, huyó a Santiago del Estero, donde Ibarra lo tomó como su protegido.

En 1829 pasó a Córdoba y se enroló en el Ejército del Gral. Paz con el grado de Teniente Coronel.

Huyó a Bolivia por un tiempo, hasta que el gobernador Heredia lo mandó llamar y lo incorporó al Ejército Federal Tucumano. Cuando se produjo la invasión del Gral. Javier López se mostró partidario del mismo, de modo que fue confinado al remoto pueblo de Burruyacú. Fue reincorporado al Ejército Provincial en 1837. En este período se exilió a Bolivia y se dedicó a la agricultura.

Apoyó la Coalición del Norte y; en abril de 1840, y en esa condición, fue Jefe de Estado Mayor de la Provincia de Tucumán, como segundo del Gral. La Madrid, que lo ascendió al grado de Coronel. Combatió en la batalla de Famaillá a órdenes del Gral. Juan Lavalle, y debió exiliarse por segunda vez en Bolivia.

Al cabo de varios años, el caudillo tucumano Celedonio Gutiérrez, le concedió un indulto; pero Lugones prefirió instalarse en Tacna (Perú), donde se dedicó a elaborar pan.

Regresó a Santiago del Estero en 1853, aunque se negó a participar en las guerras entre Gutiérrez y Manuel Taboada. Se trasladó a Buenos Aires por invitación del Gral. Paz, pero antes de llegar, se instaló en Rosario.

En 1855 publicó sus “Memorias sobre las campañas del Ejército del Norte – Recuerdos Históricos», como complemento a las memorias del Gral. Gregorio Araóz de La Madrid y del Gral. José María Paz.

En 1859 se instaló definitivamente en la provincia de Tucumán, donde murió nueve años más tarde.

De acuerdo a la correspondencia de su padre, podemos conocer que el Cnel. Lorenzo Lugones comenzó su carrera militar a los 14 años de edad y; lo hizo, formando parte del Regimiento de Patricios Santiagueños, un grupo de 300 hombres reclutados por Germán Lugones (padre del soldado) y Juan Francisco Borges, integrando el Ejercito Auxiliar del Alto Perú con quien tuvo una ingrata experiencia en 1817.

Lugones participó en todas las campañas, en principales batallas como las de Tucumán, Salta, Tarija, Guaqui, Vilcapugio, Suipacha, Desaguadero y en el Éxodo de Jujuy, siendo Ayudante de Campo del Gral. Manuel Belgrano (compartiendo la “santiagueñidad” en las raíces de ambos) Formó parte de los Ejércitos al mando de González Balcarce, Rondeau y Aráoz de La Madrid. Fue Jefe del Estado Mayor del Gral. Paz y; estuvo bajo el mando del Gral. José de San Martin y tuvo varios encuentros con Martín Miguel de Güemes.

Lorenzo Lugones de Trejo, al final de su agitada vida, se radicó en Tucumán donde escribió sus memorias tituladas “Recuerdos históricos” sobre las Campañas del Ejército Auxiliador Perú en la Guerra de la independencia en tono aclaratorio de las “Memorias póstumas” del Brigadier General José María Paz.

CORONEL MELCHOR DAZA DE ORÉ

Para los tarijeños y argentinos, Daza de Oré, es un personaje literalmente desconocido. Por ello, hemos apelado a todo cuanto pudiera darnos luces sobre este gran potosino. En ese entendido, agradecer el valioso trabajo elaborado por Ernesto Daza Rivero, chozno nieto del héroe, del que extraeremos aquella necesaria cronología histórica que nos permita acercarnos a la vida y obra de nuestro personaje histórico y; de esa manera, conocer cuál su aporte para concluir constatando que Daza de Oré luchó por principios, por un postulado superior y no le interesó territorios ni distancias.

A decir de Daza Rivero, el aporte de nuestro héroe durante su prolongada y bulliciosa vida, fue militante del bajo perfil, de la sencillez y humildad. Tuvo genuina vocación de servicio al pueblo. Aptitudes para alcanzar la cima militar y política, sí las tuvo, pero, reiteramos, fue un fiel subordinado a sus principios y; por ende, a la disciplina que exigía la coyuntura.

Su biógrafo, señala que participó en los combates y batallas más decisorias de la Guerra de la Emancipación (desde Suipacha, 7 de noviembre de 1810; hasta Tumusla, 1 de abril de 1825) Y para mayor mención, participó en calidad de Diputado por Potosí en la Asamblea Constituyente convocada por Antonio José de Sucre por Decreto de 9 de febrero de 1825 y; como tal, firmó el Acta de la Independencia del Alto Perú y el Acta de Fundación de la República de Bolívar el sábado 6 de agosto de 1825. Pero ahí, no acabo su aporte, continúo como soldado de la Patria y participó bajo el mando del Gral. José Ballivían Segurola Comandante del Ejército boliviano en la Batalla de Ingavi aquel célebre 18 de noviembre de 1841 contra el Ejército invasor del Perú al mando del Gral. Agustín Gamarra.

Pero para lograr un preciso contexto, retrocedamos en el tiempo. El 25 de mayo de 1810 estalló la Revolución de Buenos Aires y todos los pueblos de la jurisdicción del Virreinato del Río de La Plata -incluido el Alto Perú- tomaron conocimiento. De esa manera, el primer Cabildo Capitular que apoyó a La junta de Buenos Aires, fue Salta (19 de junio), y luego Tarija (25 de junio), para posteriormente sumarse otros.

De esa manera, El 7 de julio de 1810 el Primer Ejército Expedicionario al Alto Perú al mando del Comandante Francisco Ortiz de Ocampo y del Tcnel. Antonio González Balcarce, partió desde “El Retiro” (Buenos Aires), con el objeto de dar cumplimiento a las directivas de la Junta Gubernativa Provisional: deponer las autoridades locales contrarias a ella, hacer reconocer la autoridad de la Junta Gubernativa, designar representantes al Congreso que se reuniría en Buenos Aires y sofocar el movimiento contrarrevolucionario de Córdoba, encabezado por Liniers. Formaban parte de esta Expedición, Hipólito Vieytes y  Feliciano Chiclana. Y en ese ínterin, las tropas Patriotas sufrieron la primera derrota en la Batalla de Cotagaita el 27 de octubre de 1810.

Después de ello, las tropas españolas al mando del Presidente de la Audiencia de “Charcas” el Mariscal Vicente Nieto, acantonaron en Tupiza y ordenó el ataque a la División Patriota de Balcarce. Los movimientos de las tropas Patriotas se iniciaron el día 5 de noviembre de 1810 y arribaron en la tarde del 6 de noviembre al pueblo de “Nazareno” cercano a “Suipacha” Balcarce y su Estado Mayor, decidieron enfrentar al enemigo.

A las 11 de la mañana del miércoles 7 de noviembre de 1810 la División Realista partió desde Tupiza rumbo Sur. Por su parte Balcarce ordenó avanzar con una División de 200 hombres con dos cañones; de esa manera, ambas tropas se enfrentaron. Balcarce ordenó el ingreso de los jinetes tarijeños al mando del Tcnel. José Antonio de Larrea, Comandante del Regimiento de Caballería de Tarija que junto a salteños, jujeños y chicheños bajo el mando del Tcnel. Martín Miguel de Güemes, definieron la victoria Patriota.

Días después, se produjo el alzamiento el 10 de noviembre de 1810 y; la cabeza visible, fue el Cap. Melchor Daza de Oré. Luego, Castelli y las tropas rioplatenses se trasladaron a Potosí y supieron que el Intendente Gobernador de Potosí, Francisco de Paula Sanz, el Presidente de la Real Audiencia de Charcas, Vicente Nieto y el Gral. José de Córdova y Rojas, fueron apresados y luego fueron fusilados en el Atrio de La Catedral. A partir de esos hechos, Daza se puso a los órdenes del Ejército Auxiliar del Río de La Plata.

El prestigioso historiador Luis Subieta Sagárnaga, señala que Melchor Daza de Oré, nació en Potosí el 7 de enero de 1791 y; con sólo 19 años, se sumó al proceso independentista gracias a las gestiones que antes de la Revolución de 25 de mayo de 1809 en La Plata y después de la Revolución de 25 de mayo de 1810 en Buenos Aires, desarrollaron en Potosí Mariano Michel y Mercado.

Por su parte Ernesto Daza Rivero, señala que Bernardo Monteagudo fue quien contactó a Melchor Daza. No debemos olvidar que fruto de esos actos conspirativos, el Intendente Gobernador Francisco de Paula Sanz, mandó apresar a varios patriotas potosinos: Mariano Subieta, Salvador Matos; los hermanos Juan José, Mariano (el mayor), Mariano (el menor), Alejo y demás integrantes de la familia Nogales; Joaquín de la Quintana, los hermanos Millares, Pedro A. Azcárate, Eustaquio Eguivar, Diego Barrenechea, Mariano Toro, Manuel Orozco y Pedro Costas.

Después de ser fusiladas las autoridades españolas, Melchor Daza de Oré, se “unió” a las tropas de Castelli. Ahí, empezó su carrera militar en el Regimiento “Húsares de la Patria” como Teniente Graduado y participó en la Batalla de Huaqui de 20 de junio de 1811, que resultó una victoria para las tropas españolas. Ese fue el bautizo de fuego de nuestro personaje. Derrotado, tuvo que huir hasta Jujuy y Salta y permanecer alistado bajo la bandera del Ejército del Río de La Plata. También participó en la Batalla y derrota de Huaqui y; en las batallas victoriosas patriotas en Tucumán y Salta. Además, cumpliendo órdenes del Cnel. Martín Miguel de Güemes, brindó apoyo a Juana Azurduy de Padilla y a Vicente Camargo antes de ser asesinado el 3 de abril de 1816.

En plano internacional, bajo el mando del Libertador Antonio José de Sucre participó el 22 de mayo de 1822 en la Batalla de “Pichincha” en calidad de Comandante del Batallón “Cazadores a Caballo”, que luego de la victoria patriota, permitió el nacimiento de una nueva República: Ecuador.

La Hoja de Vida Militar de nuestro héroe, es la siguiente:

  1. Derrota en Guaqui, 20 de junio de 1811.
  2. Juramento a la Bandera de las Provincias Unidas (Manuel Belgrano, San Salvador de Jujuy, 25 de mayo de 1812.
  3. Éxodo jujeño, 22 de agosto de 1812.
  4. Resistencia en Cobos, 26 de agosto de 1812.
  5. Batalla en Río Las Piedras, 4 de septiembre de 1812 (Condecoración).
  6. Victoria en Tucumán, 24 de septiembre de 1812 (Condecoración).
  7. Victoria en Salta, 20 de febrero de 1813 (Ascenso y condecoración)
  8. Derrota en Vilcapugio, 1 de octubre de 1813 (Nombrado en parte oficial)
  9. Derrota en Ayohuma, 14 de noviembre de 1813.
  10. Derrota en Sipe Sipe, 27 de noviembre de 1815.
  11. Apoyo ordenado por Martín Güemes a la guerrilla de La Laguna y a Juana Azurduy de Padilla, septiembre y octubre de 1816.
  12. Expedición a Santiago del Estero, 10 de diciembre de 1816. Victoria en Pitambala.
  13. Victoria en La Tablada, 15 de abril de 1817 (Tarija, nombrado en parte oficial)
  14. Sitio a Chuquisaca bajo las órdenes del Cnel. Gregorio Araóz de La Madrid, 23 de mayo de 1817.
  15. Auxilio tardío a las guerrillas de Cinti, julio de 1817.
  16. La Herradura. Guerras intestinas argentinas. 18 de febrero de 1819.
  17. Motín de Arequito, 8 de enero de 1820.
  18. Victoria en Punta Medano. Ejecución del general chileno Carreras, 31 de agosto de 1821.
  19. Victoria en Pichincha. Independencia del Ecuador, 22 de mayo de 1822.
  20. Organización del Regimiento Dragones de San Juan a cargo del Cnel. José María Pérez de Urdininea y marcha hacia Tucumán, Salta y Humahuaca, 1823 a enero de 1825. Avance en ingreso a Charcas.
  21. Levantamiento y revolución en Tarija, enero de 1825.
  22. Levantamiento y revolución en Cinti y Tupiza, enero a febrero de 1825.
  23. Victoria en Tumusla, 1 de abril de 1825.
  24. Victoria en Caihuasi o Collahuasi. Batalla librada durante la primera invasión peruana a Bolivia, 31 de mayo de 1828.  
  25. Victoria en Yanacocha. Campaña de la Confederación Peruboliviana. 13 de agosto de 1835 (Condecoración)
  26. Victoria en Socabaya. Campaña de la Confederación Peruboliviana. 7 de febrero de 1836. (Condecoración).
  27. Victoria en Paucarpata. Campaña de la Confederación Peruboliviana. 28 al 29 de octubre de 1837 (Condecoración)
  28. Victoria Batalla de Ingavi, 18 de noviembre de 1841.

REFERENCIAS ARCHIVÍSTICAS, BIBLIOGRÁFICAS Y HEMEROGRÁFICAS

  • “El Marqués de Yavi Coronel del Ejército de las Provincias Unidas del Río de La Plata”. Rodolfo Martín Campero (Artes gráficas “Candil”. Buenos Aires, 2006)
  • “La Historia de Bolivia”. José de Mesa, Teresa Gisbert y Carlos D. Mesa Gisbert. Segunda edición corregida y actualizada (Editorial “Gisbert”, La Paz 1998)
  • “La Expedición de Auxilio a las Provincias Interiores – 1810 – 1812”. Emilio A. Bidondo (Editorial “Círculo Militar”, Buenos Aires, 1987)
  • “Santa Cruz y el Cóndor Indio”. Alfonso Crespo (La Paz, 1979 y 2005)
  • “La dramática insurgencia de Bolivia”. Charles W. Arnade (Librería “Juventud”, La Paz 1964)
  • “La Cuestión de Tarija – 1825 – 1826”. Carlos S. A. Segreti (Academia Nacional de la Historia, Buenos Aires, 1967)
  • Semanario “La Defensa”. (Órgano del Partido Liberal). Director Rogelio Echenique, Administrador Mauro M. López. Tarija, domingo 16 de abril de 1922 – Año I – Número 12.
  • Semanario “La Voz de La Verdad”. (Órgano Republicano). Director y Administrador Manuel Castrillo L. Edición, Tarija, sábado 15 de abril de 1922 – Año I – Número 13.
  • “Rectificación Histórica – Batalla de la Tablada 15 de abril de 1817”. Miguel Ramallo y Fray. Pedro Corvera (Tipografía “Antoniana”, Tarija 1917)
  • “Gaceta Extraordinaria de Buenos Aires”. (Ediciones miércoles 14 y jueves 22 de mayo de 1817). Reimpresión facsimilar dirigida por la Junta de Historia y Numismática Americana en cumplimiento de la Ley N° 6286 y por Resolución de la Comisión Nacional del Centenario de la Revolución de Mayo, Tomo V de 1817 a 1819, Buenos Aires Compañía Sudamericana de Billetes de Banco, 1914) 
  • “Apuntes para la historia de la Revolución del Alto Perú, Hoy Bolivia”. Manuel María Urcullu (Imprenta “López”, Chuquisaca, 1855)
  • “Observaciones sobre las Memorias Póstumas del Brigadier General D. José María Paz”, por el Gral. Gregorio Araoz de La Madrid y otros Jefes Contemporáneos (Buenos Aires – Imprenta “La Revista”,  1855)
  • “La Expedición de La Madrid en 1817”. Luis Paz (Imprenta “El Trabajo”. Tarija 1892)
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  •  
  • “Recuerdos Históricos sobre Las Campañas del Ejército Auxiliador del Pe Generalrú en la Guerra de la Independencia en esclarecimiento de las Memorias Póstumas del Brigadier Don José María Paz” Cnel. D. Lorenzo Lugones (Imprenta de “La Revista”) Buenos Aires 1855
  • “Tarijeños Notables” (Colección de apuntes biográficos) Tomás O’Connor d’Arlach, Imprenta de “La Estrella de Tarija”. Tarija, 1888
  • “Memorias póstumos del General José María Paz” Segunda edición, Tomo I (Imprenta “La Discusión”) La Plata, 1892
  • “Memorias del General García Camba para la Historia de las Armas Españolas en el Perú”. Tomos I y II. Andrés García Camba (Editorial “América”, Madrid, 1865)
  • “Güemes Documentado” Colección completa de 12 tomos. Luis Güemes (Editorial “Plus Ultra”, Buenos Aires, 1979)
  • “La Cuestión de Tarija – 1825 – 1826”. Carlos S. A. Segreti (Academia Nacional de la Historia, Buenos Aires, 1967)
  • “La Expedición de Auxilio a las Provincias Interiores – 1810 – 1812”. Emilio A. Bidondo (Editorial “Círculo Militar”, Buenos Aires, 1987)
  • “La incorporación del Partido de Tarija a la Gobernación Intendencia de Salta de Tucumán”. Mariano de Echazú Lezica (Academia Nacional de la Historia, Buenos Aires, 1987)
  • “La Revolución de Mayo en Tarija”. Mariano de Echazú Lezica (Academia Nacional de la Historia, Buenos Aires, 1988)
  • “El encuentro de Güemes y Pueyrredón en Tarija y su circunstancia histórica”. Mariano de Echazú Lezica (Academia Nacional de la Historia, Buenos Aires, 1989)
  • “La Emancipación argentina y americana”. Félix Luna (“Cosmos Offset” S.R.L. Buenos Aires, 1999)
  • “Las Provincias Unidas en 1816”. Luis Miller Estrada (Boletín Instituto Guemesiano de Salta, N° 24, Salta 1999)
  • “Siete Capítulos en la vida del Gran Mariscal Andrés Santa Cruz”. Federico Bascón Carvajal (La Paz, 1965)
  • “Actas del Primer Congreso Argentino General Martín Miguel de Güemes – Héroe Nacional”. Rossana Caramella de Gamarra (Talleres Gráficos “Crivelli”, Salta, 2006)
  • “Tarija, Historia de los Cabildos Abiertos de 1825 y 1826”. Elías Vacaflor Dorakis (“Capicolor Servicios Gráficos”, FUNDAPPAC, La Paz 2007)
  • “El Combate en el Campo de la Tablada de 15 de abril de 1817 – Qué sucedió y quiénes participantes” Elías Vacaflor Dorakis, Tarija, junio de 2005
  • “El Combate en el Campo de la Tablada de 15 de abril de 1817 y el Himno Tarijeño” Elías Vacaflor Dorakis, Tarija, octubre de 2006
  • “Coronel Lorenzo Lugones, un héroe santiagueño” Dr. Rodolfo E. Parbst (2006)
  • “Basilio Íñiguez – Héroe de Suipacha – Chichas – 7 de noviembre de 1810” Elías Vacaflor Dorakis, Tarija, diciembre de 2015

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