EFE
Real Madrid se enfundó ayer el traje de las grandes noches europeas en el Spotify Camp Nou y noqueó al Barcelona, al que remontó el 0-1 de la ida con una contundente goleada (0-4) y apeó a los locales de la final de la Copa del Rey, en un clásico en el que la pegada y el talento de los blancos decidió la eliminatoria.
La semifinal duró trece minutos, el tiempo que tardaron, entre el añadido del primer tiempo (47’ PT) y el minuto 13’ ST, Vinícius y Karim Benzema, en dos ocasiones, para desarbolar el plan de Xavi Hernández. El francés culminó una actuación memorable con un triplete en el 36’ ST.
En el mejor momento reapareció el Real Madrid de los partidos grandes. Ancelotti le ganó, al fin, la partida a Xavi y puso fin a una racha de tres victorias consecutivas del egarense en los clásicos. A los locales, penalizados por las bajas, les faltó el talento que sí mostró su rival en el área, donde se resuelven los partidos de empaque.
Después de perder los tres clásicos disputados en 2023, Carletto fue atrevido. La baja de Ferland Mendy la cubrió con Camavinga en el lateral izquierdo, por delante de Nacho Fernández, situó a Fede Valverde en la medular acompañando a Toni Kroos y Luka Modric, y dio entrada a Rodrygo para formar el tridente ofensivo junto a Vinicius y Karim Benzema.
Xavi movió el banquillo dando entrada a Ansu Fati, Ferran Torres y Éric García, pero los jugadores del Barcelona, muy precipitados, se hundieron. No lo dudo el Real Madrid para culminar su gran noche. El 6 de mayo le espera Osasuna en la final de La Cartuja.
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