El 8 de diciembre de 2022, el último vuelo de Boliviana de Aviación de Tarija a Santa Cruz, cambió la vida de Andrea Iturre. Esto es lo que ha pasado desde entonces.
EL DEBER
El 8 de diciembre del pasado año la vida de Andrea Iturre dio un giro, todo los planes que tenía se paralizaron y ahora destina su tiempo y recursos a buscar a su mascota. Esto, por tomar un vuelo de Boliviana de Aviación (BoA) y la aerolínea estatal perdiera a su gato Tito de tres años, y no explicara cómo sucedió.
A casi un mes de este evento, la Autoridad de Regulación y Fiscalización de Telecomunicaciones y Transportes (ATT) emitió un comunicado en el que señala que BoA concilió con la pasajera.
“Esta conciliación incorpora acciones y compensaciones a favor de la usuaria. A requerimiento suyo, las condiciones pactadas están en reserva, pero lo importante es que hubo una entera satisfacción de la pasajera. Por tanto, el reclamo dentro de la vía administrativa queda cerrado”, explicó el director Ejecutivo de la ATT, Néstor Ríos, según un comunicado publicado en la cuenta de Facebook de la entidad estatal.
“Desde el 8 de diciembre mis actividades se paralizaron,perdí mi trabajo en Irlanda y solo me dedico a buscar a Tito”, le dijo Andrea a EL DEBER, pocas horas después de la conciliación.
Sobre el monto acordado en la conciliación no se refirió; sin embargo, explicó que solo cubre los gastos realizados por la búsqueda de su mascota y que no incluye los daños y perjuicios generados a su vida, su carrera y su familia, tras la pérdida de su mascota.
“Es simplemente una reposición de gastos que hice hasta le fecha. Yo seguiré en la búsqueda, sin trabajo ni ingresos fijos”, detalló.
¿Cuánto es la sanción a BoA?
La angustia por la pérdida de su mascota Andrea lo contó en su cuenta de Facebook, donde se viralizó su caso y BoA ha recibido una sanción de Bs 50.000.
La ATT dice que se inició un «proceso sancionatorio contra BoA por incumplimiento a lo establecido en el Manual de Tráfico» y que, a raíz de este caso, ha emitido un «instructivo a todos los operadores» para que remitan en cinco días, a partir del 6 de enero, «sus protocolos, manuales y requisitos, respecto al transporte de animales domésticos vivos en cabina y bodega, con el objetivo de evaluar, validar y recomendar los mecanismos para garantizar que los usuarios puedan transportar seguramente a sus mascotas”.
¿Cómo se perdió el gato Tito?
La joven cuenta que el 8 de diciembre debía tomar un vuelo que lo transporte a ella y a su mascota de Tarija a Santa Cruz y de la capital cruceña tenía previsto retornar a Irlanda. Ese día, cuenta que pagó una factura adicional para que su mascota viaje junto a ella. “Animal vivo en cabina de pasajeros”, indica el recibo.
Sin embargo, el personal de la aerolínea estatal determinó sedarlo y llevarlo en bodega, “alegando que el canil que tenía no estaba autorizado para cabina».
“El vuelo se retrasó más de dos horas, (tiempo) en el que supliqué que me permitan estar con Tito en cabina porque era demasiado tiempo de espera y él se encontraba sedado. Incluso, solicité que me cambien el vuelo para no seguir esperando, pero me decían que en 20 minutos salíamos y que tenga paciencia. En cuanto llegué a Santa Cruz, esperando el equipaje, casi me muero al recibir el canil de mi gato vacío y sin ninguna referencia de él. Después de unos minutos recién aparece un agente de BoA para decirme que lo extraviaron en Tarija y ni siquiera se dignaron en decírmelo antes de volar y yo me enteré ya estando en Santa Cruz, muchas horas después. Le supliqué que llame a Tarija y me informó que no había nadie trabajando en aeropuerto (esto ya era a las 2:00 del 9 de diciembre)”, es el relato de la angustiada joven, que compartió en sus redes sociales.
Desde entonces no ha parado de buscar a su mascota.
Su viaje a Irlanda pasó a un segundo plano.
Los abogados de Andrea y de BoA llegaron a un acuerdo luego de que la empresa estatal se comprometiera a pagar los gastos de la búsqueda hasta el 17 de diciembre, fecha que Boa dejó de apoyar el rastreo del gato.
El pago aún no se ha hecho efectivo, señaló la joven.
La búsqueda continúa
Iturre cuenta que recibió por parte del Ministerio de Justicia y Transparencia la asistencia de una ‘comunicadora interespecies’, que desde La Paz le dijo que Tito sigue con vida. “Estoy trabajando con ella, quien me da información sobre si Tito sigue con vida y si siente su energía. Me ayuda a seguir con la esperanza de encontrarlo”, le dijo a EL DEBER.
Andrea dice que continuará buscando a Tito, que la búsqueda no ha parado.
Agradeció la solidaridad de la población y del grupo de voluntarios que en este tiempo lo han acompañado a buscar a Tito.
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