La extrema derecha conquistó este domingo la tercera economía de la Unión Europea, con la histórica victoria del partido de Giorgia Meloni en las elecciones legislativas de Italia, país que por primera vez desde 1945 está a punto de ser gobernado por un líder posfascista.
“Gobernaremos esta nación para todos los italianos y para exaltar lo que une y no lo que divide, porque nuestro objetivo es que los italianos puedan estar orgullosos de serlo”, dijo en sus primeras declaraciones una Meloni sonriente, que ahora debe recibir el encargo del jefe del Estado, Sergio Matterella, de formar gobierno.
La formación de Meloni, Hermanos de Italia, que proviene de la tradición neofascista, se consolidó como la mayor fuerza, pasando del modesto 4,3% obtenido hace cuatro años al 22-26%, un resultado sin precedentes, según los datos a pie de urna.
La alianza entre Meloni (FdI), el soberanista Matteo Salvini (Liga) y el conservador Silvio Berlusconi (FI), logró cerca de un 43% de los votos, por lo que tendrá mayoría absoluta tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado, y se queda muy cerca de copar los dos tercios del Parlamento, lo que le permitiría cambiar la Constitución sin necesidad de consenso.
El Partido Democrático (PD), principal partido de la izquierda, no consiguió movilizar al electorado para frenar el avance de la ultraderecha.
Los antisistema del Movimiento 5 Estrellas (M5E) obtuvieron entre el 13,5% y el 17,5% de los votos, por debajo de su histórico puntaje de más del 30% logrado en 2018, pero mejor de lo estimado en las encuestas.
“Es el tiempo de la responsabilidad”, enfatizó Meloni en un discurso muy medido y sin tonos triunfalistas, en el que se quejó de haber “sufrido una campaña violenta y agresiva”, pero “Italia y la Unión Europea necesitan la contribución de todos ante la situación compleja en la que nos encontramos”.
Junto a Meloni, el otro gran protagonista fue Giuseppe Conte, el exprimer ministro que se convirtió en líder del M5S y que ha logrado situar a la formación como el tercer partido del país, con el 16,5%, por encima de los sondeos previos.
Vertiginoso ascenso
El vertiginoso ascenso de Meloni se debe en buena parte a que fue la única que se opuso por 18 meses al gobierno saliente del economista Mario Draghi, lo que le ha favorecido para recoger el descontento de los italianos ante la inflación, la guerra y las restricciones por la pandemia.
La formación fundada a finales de 2012 con exsimpatizantes de Berlusconi y figuras de la derecha neofascista superó al Partido Democrático (PD) de Enrico Letta, que pactó sólo una alianza con un pequeño sector de la izquierda ecologista.
La líder posfascista, de 45 años, admiradora durante su juventud de Benito Mussolini, conocida por su lenguaje directo y eficaz desde sus años de líder estudiantil en Roma, se convertirá en la primera mujer que llega a la jefatura de gobierno en Italia.
Nacida en Roma el 15 de enero de 1977, Meloni empezó a militar desde la secundaria en asociaciones estudiantiles de extrema derecha, “mi segunda familia”, confesó, mientras trabajaba como niñera o camarera.
Junto con sus aliados promete recortes de impuestos, el bloqueo de los inmigrantes que cruzan el Mediterráneo, así como una ambiciosa política familiar para impulsar la tasa de natalidad de uno de los países con más ancianos en el mundo.
Por una Europa soberana
La victoria de una líder antieuropeísta y nacionalista genera muchos interrogantes en Europa y cambia el rostro de Italia, ya que pondría en cuestión su posición sobre la Unión Europea, pues aboga por una revisión de sus tratados y hasta por su sustitución por una “confederación de Estados soberanos”.
“En Europa todos están preocupados por Meloni en el Gobierno (…) Se acabó la fiesta, Italia comenzará a defender su propios intereses nacionales”, advirtió.
La representante del posfascismo, que no teme defender a una derecha pura y dura, se identifica con el lema “Dios, patria y familia”, y promete luchar contra los grupos de presión gay y las “teorías de género”.
“Giorgia Meloni ha mostrado el camino para una Europa orgullosa, libre y de naciones soberanas, capaces de cooperar para la seguridad y la prosperidad de todos”, reaccionó en Twitter el español Santiago Abascal, del ultraconservador Vox.
La ganadora de los comicios se convierte así en figura clave para un eje radical de derechas en Europa que pasa por Suecia, Polonia y Hungría.
“Necesitamos amigos más que nunca que compartan una visión y un enfoque comunes de Europa”, reaccionó un vocero del primer ministro húngaro, Viktor Orban.
El gobierno que surja de las elecciones, que tomará posesión a finales de octubre, tendrá de todos modos un camino sembrado de escollos y sin mucho margen de maniobra. Tendrá que gestionar la crisis provocada por una inflación galopante, mientras Italia ya se derrumba bajo una deuda que representa el 150% del PIB, la más alta de la zona euro detrás de Grecia.
Una mujer famosa
Personalidad La juventud, tenacidad y su fuerte personalidad, llevaron a Giorgia Meloni a conquistar las redes. Se volvió famoso su discurso en 2019 en que se definió así: “Soy Giorgia. Soy mujer, soy madre, soy italiana, soy cristiana. No me lo quitarán”.
Familia Muy celosa de su vida privada, es madre de una hija nacida en 2006 y convive sin casarse con el padre de la niña, un periodista de la televisión.
Carrera En 1996, se convirtió en líder del sindicato Azione Studentesca, cuyo emblema era la Cruz Celta. En 2006 obtuvo la tarjeta de periodista. Ese mismo año fue elegida diputada y vicepresidenta de la Cámara de Representantes.
FUENTE : PAGINA SIETE
Comentarios