Bruno Fernández Mendiola
El avance de la tecnología está transformando y cambiando nuestro diario vivir, incluso en los ámbitos del entretenimiento y el deporte en los que no sólo se han incorporado diferentes herramientas en pro de la eficiencia, como el VAR en el fútbol, sino que también nacen nuevos deportes curiosos e interesantes que podrían convertirse en una tendencia mundial.
Bolivia no se queda atrás, en cada departamento se impulsan actividades robóticas. En Cochabamba, el pasado 2 de junio, se realizó un campeonato de “fútbol de robots”, que fueron creados por los estudiantes de Ingeniería Electrónica y de Telecomunicaciones de la Universidad del Valle (Univalle).
Más allá de los EASports o los deportes electrónicos, que son videojuegos que han escalado a un ámbito competitivo, también han surgido otras disciplinas en las que la tecnología es crucial para su funcionamiento y desarrollo.
En el campeonato de fútbol de robots, que se realizó en el marco del VI Concurso de Robótica, participaron 39 equipos de jóvenes de entre 18 y 23 años.
Esta actividad surgió gracias a la iniciativa de Elías Chávez y Juan Manuel Balderrama. El campeonato se realizó en la misma universidad con el objetivo de que los estudiantes apliquen los conocimientos obtenidos en su proceso de formación y, de esa manera, demostrar sus avances en las áreas de robótica y mecánica.
Existen varios grupos, robots de diferentes tamaños y modelos, y los competidores deben tomar decisiones mientras se comunican de manera efectiva con su equipo.
Los androides eran controlados, desde afuera de la cancha, por los estudiantes. Cada uno está compuesto por tres máquinas. Los jóvenes construyeron los robots por alrededor de un mes, desde que se lanzó la convocatoria. Los artefactos basan su funcionamiento en una placa con dos servos y una batería que cuentan con aplicaciones a las que se les puede aumentar sensores, cámaras y un servidor wifi.
La cancha como cualquier otra está delimitada con líneas blancas y hay dos porterías. Una valla baja rodea la cancha para que la pelota no se salga del área de juego, los robots esquivan, se persiguen, también cometen faltas y se lesionan, como cualquier jugador de fútbol.
El juego sólo dura diez minutos y participan tres artefactos por equipo. Existen reglas específicas sobre el comportamiento antideportivo entre robots, por ejemplo “si uno ataca a otro, lo daña, lastima el balón o a la cancha, recibe una etiqueta amarilla”, explica Beymar Apaza, quien fue uno de los ganadores.
En el entretiempo, los participantes se reúnen para replantear la estrategia o ajustar algunos detalles técnicos en los robots jugadores. “Tenemos que ser más agresivos, hay que barrer con el rival”, dice Willy Ricaldez.
Este año el que se llevo el primer lugar fue el equipo “Los primos”, conformado por Fernando Alavi Fuentes, Beymar Apaza Cáceres y Willy Ricaldez Delgadillo, quienes son estudiantes de quinto semestre de la Carrera de Ingeniería Electrónica.
“Una de las cosas que me motivó a entrar a este torneo fue mi conocimiento de robótica y programación de control de motores dc, también una de las cosas que sí me dificultó, pero lo pude solucionar, fue el tiempo de armar el robot y la compra de los materiales”, indicó Fuentes
Según Fernando Alavi, ganador de este año, si bien el fútbol de robots es interesante y divertido, este todavía no tiene el suficiente apoyo y falta una mayor difusión para que más personas interesadas en la robótica participen del torneo.
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