El Consejo de la Magistratura de Santa Cruz inició investigación a los jueces del Tribunal Séptimo de Sentencia que el sábado pasado, en tiempo récord, favorecieron con una acción de libertad a favor de Misael Nallar, principal implicado en el asesinato de tres policías en Porongo.
La responsable del Consejo de la Magistratura de Santa Cruz, Laura Céspedes, confirmó el inicio de una investigación a través de la Unidad de Transparencia. Aclaró que no se trata de una intervención, pero que se requirió la documentación para analizar las acciones que se desarrollaron, si fueron valoradas y si se cumplieron con todos los procedimientos legales.
La investigación se desarrolla sobre el tribunal integrado por los jueces Freddy Coronel, Janeth Paniagua y Claret Llanos.
El Tribunal concedió la tutela el sábado por la noche a los abogados defensores de Misael Nallar que plantearon una acción de libertad, argumentando que a su cliente se le vulneró el derecho al juez natural y que fue trasladado al penal de Chonchocoro (en La Paz) poniendo en serio riesgo su vida.
El fallo del tribunal se dictó después que el mismo sábado, a las tres de la madrugada, luego de que finalizara la audiencia cautelar ante el juez de La Guardia, Rodrigo Vedia, que ordenó detención por 180 días para Misael Nallar en Chonchocoro , mientras que para los otros detenidos en El Abra de Cochabamba y en Palmasola.
El tribunal, al conceder la tutela a los abogados de Nallar anuló la resolución del juez de La Guardia Rodrigo Vedia y ordenó que emita nueva resolución.
El fallo del tribunal a favor de Nallar levantó una lluvia de críticas y el Gobierno, así como la Fiscalía y Régimen Penitenciario rechazaron y aseguraron que harán representaciones y apelaciones para evitar que Nallar sea recluido en Palmasola.
Asimismo, los familiares de las víctimas protestaron durante una concentración en El Cristo contra el fallo de la justicia y advirtieron que no permitirán que Nallar sea trasladado a Santa Cruz por significar un peligro para las familias de los asesinados y de toda la sociedad.
FUENTE : EL DEBER
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