Tras admitir su culpabilidad en el delito de violación agravada a una niña de 10 años, el sujeto identificado como Joel Vargas Pozo fue sentenciado este domingo por la justicia yacuibeña a cumplir una sentencia de 30 años de privación de libertad sin derecho a indulto en el penal de Cantumarca ubicado en Potosí.
El sujeto cometió este delito la mañana del viernes cuando subió a la fuerza a su víctima a la motocicleta que conducía, tras sentarse la denuncia se lo aprehendió el mismo día. Para este domingo por la mañana estaba programada su audiencia de medidas cautelares, en la que el sindicado accedió a un procedimiento abreviado, admitiendo su culpa y recibiendo la pena máxima.
El reporte del caso señala que la niña salió de su domicilio ubicado en el barrio San Gerónimo de ese municipio al promediar las 7:30 horas para dirigirse a una tienda de la zona a hacer unas compras. En el trayecto fue interceptada por el sindicado, quien la llevó a la fuerza en su motocicleta.
Luego de vejarla sexualmente, el motociclista nuevamente llevó a la menor al mismo lugar donde la encontró y la dejó abandonada en el camino.
Cuando la niña volvió a su hogar, con evidentes signos de haber sufrido agresión sexual, su familia formalizó la denuncia. El Comando de Frontera Policial dispuso el rastrillaje, se logró identificarlo con la declaración de la menor, la versión de los testigos y las imágenes de cámaras de seguridad ubicadas en la zona.
Las autoridades confirmaron que Joel Vargas Pozo ya tiene antecedentes por agresión sexual en contra de menores de edad, incluso estuvo recluido una temporada en el Centro de Readaptación Productiva de El Palmar.
Paralelamente al proceso penal, la Defensoría de la Niñez y Adolescencia (DNA) de ese municipio tiene la obligación de brindar acompañamiento terapéutico a la menor de edad.
FUENTE: EL PAÍS
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