El Gobierno se rehúsa aceptar la fuerte sequía que azota el Chaco cruceño, principal zona productora de maíz del país. El fenómeno climático hizo que el abastecimiento del grano, que es un insumo vital para el sector pecuario, falte y se disparen los precios de las carnes de pollo y cerdo. Pese a que el problema es real, desde el Ejecutivo se estableció el relato de que el producto abunda. Es más, el ministro responsable del sector agroproductivo amenazó con revertir las tierras de los agricultores si el producto no aparece, pese a que muchos de ellos -en especial los más pequeños- perdieron entre el 75 y el 90% de su cosecha.
Pese a ello, desde la administración del presidente Luis Arce Catacora aseguran que la sequía apenas afectó a 50.000 hectáreas. Sin embargo, según el reporte de la Asociación de Productores de Maíz y Sorgo (Promasor) de las 600.000 toneladas que esperaban cosechar este 2022, solo podrán recolectar 200.000 toneladas a causa de la sequía.
Lo expuesto por los productores del grano fue confirmado por EL DEBER que hizo un recorrido por esa región donde, según el testimonio de los agricultores, no llueve desde el mes de diciembre. En la visita se constató que los campos están completamente secos. Incluso ya algunas cabezas de ganado han comenzado a morir debido a la falta de forraje y pasturas.
Pero esto no convence al Gobierno que asegura que existe agio y ocultamiento del grano.
Amenazas
Ante esta situación, Remmy Gonzales, ministro de Desarrollo Rural y Tierras, reforzó más el relato estatal y reclamó que el sector agropecuario privado cuente con 11 millones de hectáreas para garantizar la provisión de alimentos para la población del país y que de no hacerlo se revertirán las tierras privadas que no cumplan con la Función Económica Social (FES).
“Se debe garantizar la seguridad alimentaria. Nuestra lealtad está con el pueblo boliviano y no con los empresarios que solo piensan en sus bolsillos. Ellos son los desleales. Por eso, tierra que no cumpla con la FES, pasará a manos del Estado”, amenazó Gonzales.
La autoridad dijo que la producción total de maíz para este año es de 1.029.179 toneladas, y el consumo interno se proyecta en 995.203 toneladas; es decir, hay un superávit de cerca de 34.000 toneladas.
Gonzales aclaró que el Gobierno no tiene la intención de llegar a esa instancia (de revertir tierras); sin embargo, “se podría ver obligado” por la actual situación.
Sostuvo que el Gobierno saneó y tituló las tierras de los productores, bajo el compromiso de que se cultive maíz y trigo. “En la unidad de análisis están los documentos que los voy a tener que sacar, donde firman el compromiso de producir trigo y maíz, si no lo han hecho lamentablemente vamos a tener que aplicar la función social, y tierras que no cumplen esta función lamentablemente tienen que pasar al Estado porque en la Constitución (Política del Estado) está claramente establecido”, amenazó el ministro del área.
Incluso Gonzales acusó a los productores de preferir sembrar soya antes que maíz.
Respuesta de la CAO
Desde la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO) lamentaron las declaraciones de Gonzales e indicaron que solo buscan la confrontación mediática.
En ese sentido, desde la entidad matriz del agro, insistieron en que la sequía es real y es necesario buscar una solución técnica hasta resolver el problema. Expresaron que ya desde la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo) se planteó como una solución el uso de la biotecnología, mientras los avicultores piden importar el grano.
Sin embargo, esta propuesta fue rechazada por el Gobierno que acusó a los grandes empresarios de inventar el tema de la escasez del maíz, para forzar el desarrollo de la biotecnología en desmedro de variedades naturales.
Pero desde la CAO indicaron que el sector productivo está dispuesto a escuchar alternativas y que es necesario debatirlas.
“No es culpa de los productores ni del Gobierno que exista sequía; se trata de un fenómeno climatológico, por eso rechazamos este tipo de declaraciones que buscan el enfrentamiento”, indicaron desde la entidad gremial.
En tanto que la estatal Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (Emapa) informó que para este año tienen garantizada una producción de 46.000 toneladas del grano en la campaña de invierno. Pero desde el sector pecuario afirmaron que la demanda de los productores por el grano llega a las 100.000 toneladas mensuales.
Al margen de los cuestionamientos, la realidad se palpa en el campo: hay escasez de maíz, pero no obstante lo peor está por venir y la CAO prevé fuertes heladas durante el periodo de invierno.
FUENTE : EL DEBER
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