Falso ‘amor’ de venezolano, su pareja boliviana lo atacó por despecho.

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Marcelo Eduardo es un joven de 28 años de profesión contador que tenía un trabajo estable con buenos ingresos y lo único que le faltaba era encontrar una pareja que lo acompañe.

Hace dos años, el boliviano comenzó una amistad a través de las redes sociales con Jackson Marca Cabrera, un individuo de origen venezolano de quien poco se conocía y lo sedujo hasta conquistar su corazón y dejarlo enamorado. 

El extranjero contó la situación que estaba atravesando en su país debido a la crisis por el cual muchas personas estaban emigrando a otros países.  Su estrecha relación a través del whatsapp se fue afianzando a extremos que hace cinco meses atrás, ambos decidieron iniciar una relación sentimental entre personas del mismo sexo. 

La relación amorosa. Cuando ambos formalizaron su relación, Marcelo Eduardo no desperdició la oportunidad de proponerle a Jackson emigrar a Bolivia para que dejara la miseria y hambruna que azota su país. Marca, convencido que era su oportunidad de mejorar su situación, aceptó la propuesta a ojos cerrados y se embarcó en un vuelo comercial de Sao Paulo –Beni (Guayaramerín) el 27 de junio pasado hacia Bolivia.

A su llegada permaneció durante 3 días en esa ciudad hasta que le regularizaran su ingreso legal a territorio boliviano en calidad de turista. Culminado los trámites migratorios, el 30 de junio llegó al aeropuerto El Trompillo con una maleta de ilusiones que no tomaba en cuenta en sus planes a Marcelo Eduardo. 

En el aeropuerto, grande fue la sorpresa ver a su enamorado acompañado de otras tres personas entre ellas una mujer que fueron presentados como amigos y familiares. El justificativo del arribó de sus amigos fue que  aprovecharon su venida a Bolivia para buscar trabajo en Santa Cruz y les pidió una estadía temporal hasta que se estabilicen.

Discusión de pareja. Marcelo a fin de complacer a su novio aceptó albergar a las personas en su domicilio, con la condición que sea un corto tiempo pero a medida que transcurrieron los días, sus gastos aumentaron lo que obligó a buscar inmediatamente un trabajo a su pareja.  

El hacinamiento y la dependencia en la habitación del boliviano, originaron las primeras fricciones en pareja a extremos que el joven profesional boliviano conminó a los familiares de su novio que tenían que abandonar el cuarto porque no había intimidad ni vida en pareja.

La discusión aquel día fue acalorada y su pareja decidió alistar maletas y salirse con sus familiares a buscar otra vivienda. A los pocos días ambos intentaron retomar la relación pero la situación empeoró, porque Jack no quería alejarse de sus familiares.

El día de la agresión. La tarde del 3 de octubre, Marcelo Eduardo sumido en la depresión por el despreció de Jackson se dirigió hasta una ferretería donde compró un envase de ácido nítrico.  

Con el líquido se dirigió hasta el barrio Las Pampitas de la Pampa de la Isla. Entró a la vivienda de su expareja que se encontraba mirando televisión echado junto a Jaimara Figueroa Bolívar.

Este cuadro enfureció más al joven boliviano quien pidió servirse una taza de té. En la cocina, sin que nadie se diera cuenta diluyó el ácido en una jarra y luego retornó donde estaba su exnovio y le roció ácido en el rostro y parte del cuerpo al igual que la mujer. Al percatarse del extremo, Eduardo salió corriendo abordó un taxi y desapareció momentáneamente. Horas más tarde, analizó lo ocurrido y decidió apersonarse a la Policía para presentarse y asumir su responsabilidad ante la justicia.

Se sintió herido y utilizado. En sus palabras y entre rejas, el joven contador pidió perdpon a Dios y a su expareja, argumentando que se trató de un momento de impulso que no supo controlar y se dejó guíar por sus instintos. 

“El me dijo durante la discusión, que me utilizó para que lo ayudara económicamente y eso me enfadó bastante y se que cometí un error del cual tengo que responder ahora”, dijo el detenido entre rejas. Marcelo Eduardo guarda detención preventiva en el penal de Palmasola imputado por lesiones gravísimas y tentativa de homicidio. El fiscal del caso Ivan Ortiz, afirmó que el detenido declaró en detalle lo sucedido desde el inicio de su relación sentimental y la manera cómo ayudó al venezolano a venir a Bolivia. 

El Venezolano y la mujer quemada continúan en el hospital Japonés. Jacks se encuentra con diagnóstico reservado a espera de la evolución de las quemaduras con ácido. De acuerdo al diagnóstico médico, el herido podría perder la visibilidad de un ojo debido a que el ácido daño el globo ocular. Sus familiares no descartan que el extranjero, una vez recobre su salud, sea devuelto a su país de origen. Cada mes son varios los venezolanos que emigran a Bolivia.


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