Cochabamba sigue siendo considerada a nivel nacional como lugar de tránsito para la trata y tráfico de personas, sin embargo, a nivel departamental, Chapare es identificado como el destino final de las redes que se dedican a comercializar a seres humanos.
“En el trópico existen muchos lenocinios ilegales. Esta es una de las zonas más vulnerables, existe mucho movimiento económico, esto hace que niños, niñas y adolescentes sean ‘abandonados’ por sus padres”, señaló la responsable del Proyecto de Trata de la Defensoría de la Niñez y Adolescencia (DNA) de Cochabamba, María Cadima.
Agregó que muchas víctimas son trasladadas desde La Paz hasta Santa Cruz o desde Santa Cruz hasta Chapare o desde Oruro a Chapare. “Por eso tenemos la consideración de que las zonas del trópico están siendo lugares donde crece el delito por la venta de servicios sexuales de manera ilegal, sobre todo de niñas, niños y adolescentes”, dijo.
Explicó también que este delito tiene tres etapas: la captación de las víctimas después de identificar a personas vulnerables, el traslado de ellas y, por último, la explotación.
Sólo en el primer semestre de 2019, en el departamento de Cochabamba, la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen registró 49 casos de trata de personas.
El jefe de la División Trata y Tráfico de Personas, Johan Alborta, informó que en promedio por día se recibe de una a cuatro denuncias de desaparición de personas.
“Nuestro compromiso en la lucha contra la trata será responsable e imparable. Es hora de quitarnos las vendas de los ojos y estar atentos a esta realidad”, manifestó.
Cadima asegura que los grupos vulnerables son las mujeres y niñas cuya edad oscila entre los 12 y 18 años.
El delegado de la Defensoría del Pueblo en Cochabamba, Nelson Cox, dijo que los proxenetas comúnmente captan a adolescentes a través de las redes sociales y con anuncios de trabajo que ofrecen una remuneración atractiva. De enero a la fecha esta institución intervino en cuatro casos de proxenetismo.
“Intervenimos en un caso en Sacaba, donde una adolescente fue captada por su tía. Estaban dentro un departamento junto a otras personas y eran ‘vendidas’ por teléfono a los clientes”, manifestó.
Los Tiempos
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