El presidente y candidato a la reelección por el MAS, Evo Morales, acusó a la oposición de atacar la institucionalidad y buscar el debilitamiento democrático, con el objetivo de “dañar” las elecciones generales convocadas para el próximo 20 de octubre. Morales se pronunció a través de su cuenta oficial de Twitter, horas después de que representantes del sistema cívico nacional, del Conade, plataformas ciudadanas y candidatos de la oposición marcharan desde El Alto a la ciudad de La Paz para exigir la renuncia de los vocales del Tribunal Supremo Electoral (TSE), a los que acusan de responder a los intereses de los gobernantes.
“Mientras en el exterior reconocen nuestro crecimiento económico y la estabilidad social y política, la oposición ataca la institucionalidad y busca debilitar la democracia. Podemos tener diferencias, pero debemos trabajar juntos por la estabilidad y no dañar el proceso electoral”, escribió Morales en las redes sociales.
Sectores de la oposición y dirigentes cívicos marcharon ayer para exigir respeto a la democracia, al resultado del referéndum del 21-F cuando la mayoría votó por el No a la reelección, y para exigir la renuncia de los vocales del TSE. Los opositores y cívicos dijeron que esta manifestación es el inicio de las movilizaciones y anuncian nuevas medidas de presión.
Línea discursiva
Los voceros del Gobierno y del MAS mantuvieron el discurso de que los sectores de la oposición buscan dañar las elecciones. El primero en pronunciarse fue el ministro de Comunicación, Manuel Canelas, quien por la mañana rechazó de manera categórica el intento de “boicot” a los comicios del 20 de octubre por parte de políticos y cívicos de oposición. Afirmó que en los últimos 13 años en Bolivia no hubo fraude, “tal como esos grupos de derecha pretenden posicionar”.
Por la tade, el diputado David Ramos (MAS) afirmó que con la marcha de ayer se pretende desestabilizar al Órgano Electoral con peticiones de renuncia que representan, implícitamente, “una instigación a la desobediencia civil y al desacato de la ley”. En esa misma línea discursiva, el también diputado por el MAS y presidente de la Brigada Parlamentaria Cruceña, Edgar Montaño, calificó la protesta como un complot dirigida a desestabilizar al Órgano Electoral.
Montaño afirmó que los políticos opositores, de acuerdo con las encuestas electorales, están perdidos y no cuentan con el apoyo de la población. Apuntó a que los adversarios al MAS buscan deslegitimar el trabajo de los vocales electorales. Para la diputada oficialista Valeria Silva, la protesta fue “bastante pequeña” y con una “consigna vacía”. Aseguró que no fue como esperaban algunos candidatos opositores y comités cívicos.
ElDeber
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