Crédito para vivienda, misión imposible para un trabajador.

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Acceder a un crédito de vivienda con un sueldo básico es parte de una misión imposible. Mucho más si la actividad económica que realiza no está respaldada por un certificado de trabajo en una empresa que tenga todos los papeles al día.

Si bien la Ley 393 de Servicios Financieros, la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI) y la Asociación de Bancos Privados de Bolivia (Asoban) establecen que el crédito para la compra de la primera vivienda tiene un interés social del 5,5 por ciento y el 6,5 por ciento, la realidad de una persona de edad adulta que cuenta con un salario mínimo nacional actual, es decir 2.060 bolivianos (300 dólares), no tiene tantas oportunidades de lograr un crédito financiero.

Se entenderá por vivienda de interés social aquella única vivienda sin fines comerciales destinada a los hogares de menores ingresos, cuyo valor comercial o el costo final para su construcción incluido el valor del terreno, no supere los 400.000 Unidades de Fomento a la Vivienda (UFV) -equivalentes a 919.600 bolivianos- cuando se trate de departamento y de 460.000 UFV -equivalentes a 1.057.540 bolivianos- para casas. Claro que antes de tener una casa se requiere adquirir un terreno.

Además, se considerará dentro de la presente definición a los terrenos adquiridos con fines de construcción de una vivienda única sin fines comerciales, cuyo valor comercial no supere el 40 por ciento del valor establecido para casas, según los datos de la ASFI.
El diario El País realizó una consulta a tres entidades bancarias en Tarija.

Para acceder a un crédito de vivienda, asumiendo como primera instancia que se pretende realizar una construcción, se requiere que los papeles de un terreno estén a nombre de la persona que solicita el préstamo. En el caso de querer adquirir un terreno, el monto mínimo de un sueldo líquido para un crédito de vivienda social es de 2.740 bolivianos (esta cifra va en ascenso dependiendo la entidad).

En ese caso queda descartada la posibilidad de un crédito para un terreno. Mario Bautista es un trabajador promedio de 30 años. Para poder construir en el terreno de sus padres tuvo que acceder a un crédito de consumo con una tasa de interés del 17 por ciento. Su sueldo líquido es de 2.400 bolivianos.

El máximo monto al cual puede acceder es de 20.000 bolivianos y tardaría en pagar cuatro años con cuotas mensuales de 600 bolivianos. Para acceder a esta solicitud debe tener un garante, una carta solicitante, el documento de identidad, certificado de trabajo, el extracto de los últimos tres pagos de su empleo, el extracto de la Administradora de Fondos de Pensiones (AFP) y la copia de la factura de luz de la actual vivienda. El garante, por su parte, deberá llevar su documento de identidad y su boleta de pago del último mes.

Según la revista Tarija 200 en su edición de abril a julio, los créditos de vivienda y de interés social se destacan con el 31,97 por ciento de los demás tipos de créditos- microcrédito, crédito de consumo, crédito PYME, crédito empresarial- y ocupa el segundo lugar en el ranking del departamento.

El primer lugar lo posiciona el microcrédito a diciembre del 2018. Constituye el 38,92 por ciento del total de la cartera departamental con un monto de 2.719.041.918 bolivianos. En segundo lugar, se encuentra el crédito de vivienda que constituye el 31, 97 por ciento del total con un monto que asciende a 2.233.300.098 bolivianos.

En tercer lugar, se solicita el crédito de consumo con el 14,83 por ciento del total de la cartera con un monto de 1.035.741.381 bolivianos.
El cuarto lugar lo ocupa el crédito Pyme que constituye el 8,25 por ciento del total con un monto que asciende a 576.496.932 bolivianos.

En quinto y último lugar, se encuentra el crédito empresarial con el 6.03 por ciento del total con 421.069.302 bolivianos.

ElPaís


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