Diez jóvenes promesas del Flamengo, el equipo más popular de Brasil, murieron este viernes y otros tres resultaron heridos en un incendio en el centro de entrenamiento del club de Río de Janeiro, una tragedia que ha conmocionado el mundo del fútbol.
Las llamas se desataron sobre las 05.00 hora local (07.00 GMT) y calcinaron por completo un alojamiento donde dormían cerca de treinta jugadores de base del Flamengo, todos ellos menores de 18 años de edad. Diez de ellos murieron.
De los tres heridos, dos se encuentran “estables” y otro está en “estado gravísimo” con quemaduras de tercer grado en cerca del 35 % de su cuerpo.
“Estamos todos consternados. Ciertamente es la mayor tragedia por la que el club ya pasó en 123 años”, afirmó a los periodistas el presidente del conjunto carioca, Rodolfo Landim.
Los peritos trabajan con la hipótesis de un cortocircuito en un aparato de aire acondicionado como la principal hipótesis para explicar este desastre ocurrido en la ciudad deportiva “Ninho do Urubu”, situada en la zona oeste de Río.
“El incendio ocurrió en mi cuarto, solo tengo que agradecer a Dios por conseguir despertarme y escapar de la muerte. Dios reconforte a mis hermanos”, escribió en redes sociales el joven jugador Felipe Cardoso.
Otro superviviente, Samuel Barbosa, señaló que la mayoría de los chicos no pudo escapar porque el incendio era de grandes proporciones y se propagó “muy rápido” por los cuartos.
La Alcaldía de Río anunció además la apertura de una investigación, pues el local calcinado carecía de licencia para albergar dormitorios y en él solo estaba previsto la construcción de un aparcamiento.
Por otro lado, el Cuerpo de Bomberos informó que la unidad tampoco contaba con el atestado de seguridad contra incendios.
Entre los fallecidos ya identificados figura el portero Christian Esmerio, de 15 años y quien era considerado uno de los jóvenes más promisorios de la cantera del equipo carioca.
El arquero ya había sido convocado algunas veces con las categorías inferiores de la selección brasileña.
Los menores fallecidos eran en su mayoría oriundos de otros estados de Brasil y residían en el centro de entrenamiento del Flamengo, club que se destaca por ser una potencia mundial en formar jóvenes talentos del fútbol.
El más reciente, Vinicius Junior, actualmente en el Real Madrid y quien lamentó desde la capital española esta “noticia triste”: ¡Recemos por todos! Fuerza, fuerza y fuerza”, agregó.
Familiares de las víctimas se han concentrado a las puertas del recinto en busca de información sobre el paradero de sus seres queridos. Aficionados ultras también se acercaron para mostrar su apoyo.
En cuanto a los heridos, Jonathan Cruz, de 15 años, está en “estado gravísimo” con cerca del 35 % de su cuerpo quemado; mientras que Cauan Emanuel Gomes, de 14, y Francisco Diogo Bento, de 15, están internados “estables” y fuera de peligro, según la Secretaría Municipal de Salud de Río.
El suceso se produce un día después del fuerte temporal de lluvia y viento que arreció sobre la capital fluminense y que dejó un balance de seis muertos, inundaciones, deslizamientos de tierra, la caída de unos 170 árboles y decenas de vehículos destrozados.
La zona oeste, donde se encuentra el centro de entrenamiento del Flamengo, que era considerado como uno de los más modernos de Latinoamérica, fue una de las más afectadas por esa tempestad.
La tragedia ha generado una corriente de solidaridad en todos los rincones del mundo del fútbol. El exdelantero Edson Arantes do Nascimento ‘Pelé’ afirmó que “es un día muy triste para el deporte brasileño”, mientras que el excentrocampista Arthur Antunes Coimbra ‘Zico’, el mayor ídolo del Flamengo, pidió desde Japón que se investigue a fondo el asunto.
Los principales clubes de Brasil y otros del extranjero, como el Real Madrid, así como varias figuras nacionales, como Neymar, Ronaldinho o Romario, también lamentaron el desastre.
Asimismo, el presidente brasileño, el ultraderechista Jair Bolsonaro, se mostró “consternado” por el incendio.
Por otro lado, los partidos de semifinales de la Copa Guanabara entre Flamengo y Fluminense y Vasco y Resende, previstos para este fin de semana, fueron suspendidos, mientras que el Gobierno de Río decretó tres días de luto en todo el estado.
Esta nueva tragedia deportiva llega dos años y dos meses después del accidente aéreo ocurrido en Colombia que acabó con la vida de casi toda la plantilla del Chapecoense, también de Brasil y quien también se solidarizó con un “Força Flamengo” (Fuerza Flamengo) que recorre ya todo el mundo.
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