Tras las Elecciones Primarias, el diputado Rafael Quispe quemó en plaza Murillo una bandera del Movimiento al Socialismo (MAS), simbolizadnos que el partido de Gobierno ha muerto, por la cantidad de sus militantes que fueron a votar.
“Hay que ponerle epitafio y enterrarlo”, dijo Quispe a tiempo de calificar de “vergüenza” que Evo Morales haya anunciado un “mazazo” para las Primarias, pero en la realidad siete de cada 10 militantes del MAS no le dio su apoyo.
“Ni los masistas quieren votar por ellos”, manifestó el opositor, mientras procedía a quemar la bandera azul, blanco y negro, que alguna vez -según sus palabras- fue de la esperanza.
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Señaló que ahora lo más hidalgo que pueden hacer Evo Morales y Álvaro García es renunciar a la repostulación y permitir que otras personas sean las candidatas.
“Lo que debería hacer mi examigo Evo es renunciar a la repostulación ,ya no debería repostularse, una vergüenza va a perder”, agregó.
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