Pesquisas policiales de la comisaría 1ª de José C. Paz realizan diferentes procedimientos con el objetivo de establecer tanto los móviles del fusilamiento.
El cadáver salvajemente baleado en la cabeza de un recluso, de 21 años, apareció abandonado en la vía pública, en un cruento suceso, que se registró en la localidad bonaerense de José C. Paz (Argentina). Trascendió que el individuo había sido beneficiado por la Justicia y que desde hacía 20 días gozaba de salidas transitorias. Se investiga tanto el móvil del asesinato como el paradero de los criminales, aunque se cree que dichos agresores actuaron por venganza.
Los voceros del departamento judicial de San Martín revelaron que la infortunada víctima fue identificada como Agustín Fernando Areas, de 21 años y nacido el 22 de abril de 1997. Versiones sostienen que el cuerpo sin vida del sujeto fue localizado por los integrantes del Comando Patrulla (C.P.) de José C. Paz, luego de un llamado al número telefónico de emergencias 911, que hacía referencia a una persona fallecida y en un charco de sangre en la vereda de la calle Eva Duarte de Perón al 2100, entre la avenida Gaspar Campos y San Nicolás, en el citado distrito, en el noroeste del conurbano provincial.
De acuerdo a lo manifestado por los informantes, el cuerpo sin vida de Areas presentaba un certero impacto de proyectil de arma de fuego en la región craneana, estableciéndose que el individuo había sido beneficiado por la Justicia, que le concedió que desde hace 20 días gozara de salidas transitorias luego haber estado recluido en la Unidad Penitenciaria N° 43, en la localidad bonaerense de González Catán, situada en Domingo Scarlatti al 5000, en el cruce con Jachal, en el partido de La Matanza.
Varios procedimientos
Pesquisas policiales de la comisaría 1ª de José C. Paz realizan diferentes procedimientos con el objetivo de establecer tanto los móviles del fusilamiento como el paradero de los autores del tremendo ilícito, que se presume obraron de esta manera porque mantenían diferencias con el muchacho.
A raíz de este motivo, los investigadores sospechan que los atacantes actuaron para vengarse de Areas.
«ElPaís»
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