El vicepresidente Álvaro García Linera pidió ayer en Santa Cruz que se sancione a los responsables de un caso de negligencia médica que derivó en la muerte por quemaduras de un neonato prematuro, puesto cerca de una estufa, en el hospital municipal Nuestra Señora del Rosario del municipio de Warnes el pasado jueves. “Lamentamos mucho un nuevo caso de negligencia, un nuevo caso de maltrato a los niños y que, según el relato, el niño estuvo llorando horas de horas por las quemaduras y nadie le atendía (…). Es algo muy indignante, lo que exigimos es que se dé con los responsables, no se puede repetir este tipo de negligencias”, dijo.
“Este tipo de errores son imperdonables”, enfatizó el mandatario, porque se trata de la atención a las personas más desprotegidas, como es un bebé que requiere la mayor de las protecciones.
Además, calificó ese hecho como “un absoluto desprecio con la vida y que requiere una sanción”. Entretanto, el caso se ventila en la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen de Warnes y en la víspera prestaron sus declaraciones el director y la administradora del nosocomio, además de una ginecóloga y dos enfermeras.
El comandante departamental de la Policía, Alfonso Siles, dijo ayer que la única que no se presentó a declarar es la pediatra, que atendió en primera instancia al bebé tras su nacimiento, y que está siendo buscada para ser aprehendida.
De acuerdo a la declaración inicial de los involucrados, la pediatra habría ordenado que el neonato sea puesto en una incubadora improvisada con una estufa, la misma que al final generó quemaduras de tercer grado en el bebé, las mismas que provocaron su muerte. El alcalde de Warnes, Mario Cronembold, afirmó que el centro hospitalario sí cuenta con una incubadora en perfecto estado.
ABI
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