INFOBAE: En la apertura del evento CES 2019, que se lleva a cabo en Las Vegas, se presentó un sensor de uñas para monitorear el movimiento de los dedos. Es un prototipo y serviría para diagnosticar y evaluar el tratamiento de algunas enfermedades, como el Parkinson.
El prototipo de IBM Research sirve para controlar la salud humana. Mide continuamente la forma en que la uña de una persona se dobla y se mueve en actividades diarias. Es un indicador estratégico de la fuerza de agarre.
La fuerza de agarre es una métrica que sirve para medir diferentes variables en salud. Está asociada con la efectividad de la medicación en individuos con enfermedad de Parkinson. También sirve para estudiar a personas con esquizofrenia, adultos mayores o individuos con problemas cardiovasculares.
Cómo funciona el sensor de uñas
Es un pequeño dispositivo portátil e inalámbrico que utiliza IA y se ubica en la punta de los dedos. Dicen desde la compañía que es el primer prototipo de su clase.
«Cuando vamos día a día haciendo cosas manuales, abriendo una puerta, o metiendo una llave en un candado, hay un desplazamiento minúsculo de menos de una micra, es decir, 100 veces más pequeño que la dimensión del diámetro de un pelo. Y nos indica cosas muy fundamentales de nuestra salud», dijo Darío Gil, director de operaciones de IBM Research a Infobae.
Entonces, si una persona tuviese una distorsión neurodegenerativa, como el Parkinson, se podrían anticipar determinadas variables.
El sensor está conformado por medidores conectados a la uña y una pequeña computadora que toma muestras de los valores de tensión. Recopila datos del acelerómetro y conecta con un reloj inteligente.
Al medir los movimientos de la uña y las curvas, el dispositivo recopila datos que son estudiados por algoritmos de IA, para indicar patrones. Estos resultados pueden dar a los médicos una «foto» de la fuerza de agarre de la persona. Así es posible que el especialista proporcione recomendaciones de tratamiento más personalizadas.
Este dispositivo utiliza modelos de aprendizaje automático para evaluar la bradicinesia (es decir, la lentificación de los movimientos), el temblor y la discinesia (movimientos anormales e involuntarios).
Actualmente, los métodos para medir la progresión de algunas enfermedades se basan en la conexión de sensores en la piel para medir variables con el movimiento estudiando la salud de los músculos o las células nerviosas.
Sin embargo, en los pacientes de mayor edad, ese tipo de sensores, basados en la piel, suelen causar problemas, como por ejemplo las infecciones.
Para crear el prototipo, los investigadores interactuaron con objetos a través de la detección táctil de la presión, la temperatura y las texturas de la superficie, por ejemplo.
La Fundación Michael J. Fox, que investiga el Parkinson, ha entregado donaciones a la compañía para investigación y así encontrar tratamientos más efectivos.
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