La ministra de Comunicación, Gisela López, consideró el lunes que el diputado brasileño Gustavo Amorim, uno de los más votados en su país y que se refirió a los indígenas con tintes de discriminación, debería buscar políticas para reconocer y garantizar la vida de los pueblos indígenas en su país en lugar de negar esa realidad.
De esa manera, López contrapesó las últimas declaraciones del legislador brasileño de línea ultraderechista, que aludió el viernes a Bolivia y a los indígenas.
«A quien le gusta el indio, que vaya a Bolivia, que, además de ser comunista, sigue presidida por un indio», sentenció el legislador brasileño, que milita en el partido del presidente, Jair Bolsonaro.
A contramano la Ministra de Comunicación afirmó que los pueblos indígenas en Brasil viven en la selva; de la tierra, de la caza y de la pesca, pero viven hostigados.
«Lo que debiera hacer este candidato es buscar políticas de Estado para que estos pueblos de orígenes de Brasil vivan», remarcó a la Red Patria Nueva.
Para López, Amorim «desconoce, niega e ignora» la exigencia de «más de 250 pueblos indígenas» que aún habitan Brasil, a pesar del desarrollo.
«Resulta que hay alrededor de 250 pueblos indígenas dentro del territorio brasileño y resulta también que Brasil tiene la población más grande en el planeta de pueblos no contactados», refrendó la ministra boliviana.
Las declaraciones de Amorim no fueron bien recibidas en Bolivia por el oficialismo y la oposición.
Horas antes, el presidente Evo Morales lamentó un posible resurgimiento de la «ideología supremacista» en la región y anunció que frente a esa corriente los pueblos indígenas promoverán el respeto y la integración, porque todos los seres humanos tienen el mismo derecho y son hijos de la Madre Tierra
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